SANTIAGO.- Luego de seis años, finalmente se puede decir que Lollapalooza es un festival para todos. O por lo menos así lo sienten las personas con capacidades diferentes, en especial para aquellas que utilizan sillas de rueda.
Este 2016, la fiesta de Perry Farrell en el Parque O'Higgins continuó realizando mejoras en su sistema, para ser un evento accesible para todos aquellos que quieran acudir.
Mejor acceso en las entradas principales, 300 metros de ramplas para el paso de sillas de rueda y tarimas de visibilidad para los escenarios principales, fueron sólo algunas de las medidas que se tomaron para lograrlo.
Es por esa misma razón que quienes acudieron este fin de semana a Lollapalooza se sorprendieron al ver que también lo hicieron varias personas con capacidades diferentes, en especial aquellos que utilizan en sillas de rueda.
"Nada que decir, muy bueno", aseguró Francisco Caniulef, quien utiliza este medio para poder desplazarse. "Todo está conectado y es más fácil para nosotros".
Sin embargo, no todos piensan igual. Juan Pablo Lamas, quien acompaña a su hija que utiliza una silla de rueda, explicó que "aunque quieren ser más inclusivos, no lo son completamente".
Su principal reclamo es por los sectores exclusivos para ellos. "Están muy lejos de los escenarios. No pueden estar en el centro y compartir la música con los otros. Incluso en Kidzapalooza. Ahí hay una reja, la que no incluye, sino que divide", afirmó.
Pese a eso, comentó que es una buena iniciativa la que hicieron en esta oportunidad, aunque cree que deben mejorarla aún más.