SYDNEY.- La Ópera de Sydney, uno de los emblemas de Australia, se someterá a una amplia renovación y ampliación a partir de mayo de 2017 durante seis años, en la que se invertirán 202 millones de dólares australianos (unos 150 millones de dólares), informaron hoy las autoridades.
Se trata de la mayor reforma del emblemático edificio desde su inauguración hace 43 años, según los planes que presentó hoy el viceprimer ministro del estado de Nueva Gales del Sur, Troy Grant.
Según el arquitecto Peter Bickle, la renovación incluirá reformas en la sala de concierto, el vestíbulo y la entrada.
Las obras se centrarán especialmente en la sala de conciertos, la mayor de todas con 2.600 plazas, para mejorar la acústica. A ella se destinarán tres cuartas partes de los costes de renovación, dijo la directora ejecutiva de la Ópera, Louise Herron.
Las expectativas de los visitantes en la acústica de la sala han cambiado desde que se construyó el edificio, añade Bickle. "No es una mala sala, pero hay muchas características que pueden mejorarse".
"No es sólo una renovación, sino un cambio para una nueva experiencia", señaló McTaggart, el responsable de construcción.
La renovación se realizará en varias fases para permitir que puedan continuar las visitas y los conciertos.
El plan incluye también la reforma de la entrada y la construcción de espacios adicionales, como un centro creativo para niños, un ampliado espacio para el público bajo las icónicas escaleras y un centro de vistas al puente de la bahía de Sydney, dijo Herron.
Al margen de ese plan del Gobierno, la Ópera financiará otro proyecto de 34 millones de dólares para renovar la segunda sala de conciertos de menor tamaño.
Las obras supondrán el cierre de distintas partes de la Ópera de Sydney durante distintos periodos de tiempo, lo que supone "un reto", señaló Herron. "Pero seremos tan cuidadosos como sea posible".
Más de ocho millones de personas visitan cada año el emblemático edificio con el tejado en forma de vela, diseñado por el arquitecto danés Jørn Utzon y declarado Patrimonio Mundial.
La Ópera de Sydney es con ello el edificio más visitado de todo el país. Inaugurado en 1973, tras 14 años de obras en lugar de los cuatro previstos inicialmente, sus costes dispararon desde los siete millones previstos al principio a 121, siendo la obra más costosa de este tipo en el país.