SANTIAGO.-
Kevin Spacey. Un nombre vinculado a las grandes ligas de Hollywood, una connotada figura de la industria, tanto por su talento como por su hermetismo personal, una estrella que figuraba como uno de los más cotizados por los estudios cinematográficos y televisivos. Pero toda la luz y los aplausos se acabaron, y el actor se sumió en -quizá- el momento más difícil de su carrera.
La abrupta caída del rostro de "House of Cards" comenzó con la denuncia que hizo
Anthony Rapp ("Rent", "Star Trek: Discovery"). El también actor acusó al protagonista de "Belleza americana" (1999) de insinuársele sexualmente cuando él tenía 14 años. El episodio sucedió mientras ambos trabajan en Broadway.
El relato de Rapp desencadenó una ola de denuncias contra Spacey, las que incluso lo apuntan de ser responsable de violar y mantener una relación con un menor de edad, en medio de las
críticas que figuras del espectáculo y activistas LGBT hicieron contra el intérprete por revelar su homosexualidad en medio del escándalo.
Pero previo a su abrupta caída, Kevin Spacey se lucía en la industria de Hollywood como uno de los grandes actores de su generación, algo que comenzó a cosechar en la década del '80 cuando dio el vamos a su carrera.
El teatro fue primero. Logró llegar a Broadway en los siguientes años, lo que le dio el salto a la pantalla grande. Sus primeras apariciones fueron completamente secundarias en filmes como "Se acabó el pastel" en 1986 y "Secretaria ejecutiva" en 1988.
Pese al impulso que alcanzó en el cine, Spacey se mantuvo en las tablas. En 1991 fue ganador de su primer y único premio Tony por su rol en la obra "Perdidos en Yonkers", del dramaturgo Neil Simon.
En "Belleza americana" Spacey interpretó a Lester Burnham, un hombre descontento con su matrimonio y familia que tiene fantasías eróticas con la compañera de colegio de su hija.
A mediado de los '90, el intérprete fue galardonado con el Oscar a Mejor actor de reparto por su papel en la cinta de acción de Bryan Singer ("X-Men"), "Los sospechosos de siempre" (1995). Así fue como aumentó su aparición en la cartelera con éxitos como "Se7en, los siete pecados capitales" (1995) y "Los Ángeles al desnudo" (1997). Pero su buena racha no terminó ahí. Con el inicio de milenio se guardó otra estatuilla dorada bajo la manga gracias a su papel en "Belleza americana".
Teatro Old Vic de Londres y el acierto de "House of Cards"
Su carrera en el cine lo tuvo constantemente participando de producciones que no lograron hacer tanto ruido como las cintas con las que logró ser reconocido por la Academia. Sin embargo, su afición por las tablas le trajo otro gran reconocimiento. En 2003 fue nombrado director artístico del Teatro Old Vic de Londres.
Pese a que alcanzó nominaciones en los Globo de Oro y los Emmy por su trabajo en producciones como "Atando cabos" (2001), "Bernard y Doris" (2006), "Casino Jack" (2010) y "Beyond the Sea" (2004) -un musical basado en la vida del cantante Bobby Darrin que Spacey Kevin dirigió, escribió, coprodujo y protagonizó-, el actor tuvo su mayor foco de atención gracias a la primera producción original que lanzó la plataforma de streaming Netflix.
"House of Cards" -un thriller político que sigue a un despiadado político que aspira llegar al poder a cualquier costo- elevó el prestigio del estadounidense y lo consagró nuevamente como uno de los grandes exponentes de la actuación.
Kevin Spacey coprotagonizó la serie durante cinco temporadas con la actriz Robin Wright.
Por cinco ciclos, el intérprete de Frank Underwood junto a Robin Wright ("Forrest Gump") cosecharon una lista de nominaciones y posicionaron al drama creado por Beau Willimon como una de las mejores producciones televisivas que actualmente se emiten en el mundo.
Proyectos truncados y el desplome de su carrera tras las acusaciones
Luego de que salieran a la luz las denuncias contra Kevin Spacey, sus proyectos se han visto obstaculizados o, de lleno, han sido cancelados. "House of Cards" paralizó el desarrollo de su sexta y última temporada, luego de que un grupo de trabajadores de la serie aseguraron ser víctimas de acoso del protagonista.
Asimismo, Netflix también dejó en stand by la película que el ganador del Oscar grabó sobre la vida del escritor y periodista Gore Vidal.
Condenado en parte al repudio de sus pares y del público, Kevin Spacey están en una difícil situación, en donde se ve complicado un futuro en el que repunte y deje atrás el escándalo. No pasó lo mismo con casos emblemáticos como Roman Polanski ("El pianista") y Woody Allen ("Medianoche en París"), quienes siguieron su marcha hacia el estrellato en medio de casos de abuso sexual, pero en un época y bajo un contexto completamente distinto al de hoy.