A la izquierda, Jill Messick y a la derecha, su ex representada, Rose McGowan.
AP
SANTIAGO.- Los representantes de las estrellas de Hollywood trabajan arduamente para posicionar en lo alto a sus estrellas, a veces durante extensos años, sin nunca acaparar la atención para sí mismos. Tal vez la costumbre del bajo perfil fue lo que le jugó en contra a
Jill Messick, la ex representante de
Rose McGowan. Messick trabajaba con la actriz cuando ocurrió el incidente en el jacuzzi con
Harvey Weinstein, en el que McGowan asegura, fue violada por el productor.
Según McGowan, Messick estaba en conocimiento del abuso sexual del que fue víctima y nunca alzó la voz por lo ocurrido. En cambio, la actriz asegura que al enterarse le dijo:
"A largo plazo te ayudará en tu carrera".
"Jill se convirtió en el daño colateral de una horrible historia", aseguran sus familiares en un comunicado difundido por BBC.
Hace menos de un mes, el abogado de Harvey Weinstein había desmentido lo narrado por McGowan, difundiendo un mail donde Jill Messick aseguraba que lo ocurrido entre la actriz y el productor no había sido una violación.
"Ella me dijo por su propia cuenta que durante la reunión la noche anterior había entrado en un jacuzzi con el Sr. Weinstein. Ella tenía muy claro el hecho de que meterse en ese jacuzzi era algo que ella hacía de manera consensuada y que en retrospectiva también era algo que lamentaba haber hecho", decía el correo firmado por Jill Messick que el abogado de Harvey Weinstein hizo público.
"Ver su nombre en los titulares una y otra vez, como parte del intento de una persona por ganar más atención para su causa junto al desesperado intento de Harvey por defenderse, fue devastador para ella", dice la declaración de sus seres queridos.
La familia arremetió contra Weinstein por hacer público el correo de la ejecutiva sin su conocimiento y a los periodistas por su falta de responsabilidad a la hora de publicar.
En sus redes sociales, McGowan no ha dado el pésame ni se ha referido a la muerte de su representante Jill Messick.
