Avatâra Ayuso es una reconocida bailarina española de danza moderna que ha dedicado gran parte de su carrera a promover los derechos de las mujeres y a realzar su voz a través de esta disciplina.
En este sentido, una vez logró que un teatro en Alemania permitiera realizar una función cuyos espectadores eran solo mujeres, para que un grupo de musulmanas pudiera bailar sin la necesidad de usar un velo islámico. En aquella instancia una mujer se le acercó y le dijo: "Yo jamás había sido la protagonista de nada en mi vida", según revela a Emol la misma Avâtara.
Esta coreógrafa, que posee su propia compañía de danza "
AVA Dance" y que ha estrenado montajes en importantes escenarios a nivel mundial, se encuentra en Chile por primera vez desde hace unas cinco semanas, en las que ha estado preparando un espectáculo especial.
Se trata de "Sunrise Mass", un concierto de Semana Santa en el que los estudiantes (hombres y mujeres) avanzados de las escuelas Instrumental, Coral y de Danza del Teatro del Lago, estrenarán la obra del compositor y pianista noruego Ola Gjeilo, con la creación coreográfica de Avâtara Ayuso. A ellos se les unirá la Orquesta Academia del Teatro del Lago, que será dirigida por el reconocido director chileno Paolo Bortolameolli.
Crédito: Cortesía Teatro del Lago
"Han sido muchas horas al día de trabajo y con esta idea de poner en práctica y en escena una producción profesional. Aunque sean de la escuela nuestros estándares son muy altos", dice la española.
En total se realizarán dos funciones, una este viernes 19 y otra el sábado 20, ambas a las 19:00 horas. El valor de las entradas comienza en los $15.000.
La preparación para el gran estreno
Durante estas últimas cinco semanas -preparando el show para el Teatro del Lago- Avatâra Ayuso ha trabajado 12 horas diarias en su proyecto coreográfico, como ocurre cuando está preparando cualquiera de sus producciones.
Crédito: Cortesía Teatro del Lago
Se levanta a las 8 am, aprovecha de revisar su correo para coordinar los otros proyectos internacionales en los que participa, toma desayuno y comienza a preparar los ensayos.
"Por mucho que sean escuela van a estar en el escenario haciendo cosas muy nuevas y no quiero que se vean como estudiantes, quiero que se vean como futuros bailarines profesionales", cuenta Ayuso, quien agrega que durante este mes le hizo clases de más de cinco horas diarias a los alumnos de la Escuela de Danza.
- ¿Se puede adelantar un poco cómo será la obra "Sunrise Mass"?
- Yo creo que lo interesante de la producción va a ser que muchas artes se unen. No solamente va a ser la danza, no solamente va a ser la música instrumental y la música coral, también habrá escenografía, diseño escenográfico y diseño lumínico. Entonces, va a haber muchas disciplinas que se unen a la producción y eso le da complejidad escénica, pero también más empaque.
- A nivel de producción va a haber unos estándares muy altos que el público va a poder percibir, y luego a nivel artístico espero que el público se sienta inspirado, reflexione sobre la condición humana, porque es una producción con la música del noruego Ola Gjeilo, una música que tiene muchas texturas, que te lleva desde lo más espiritual a lo más terrenal y yo confío que el público sea capaz de percibir eso, y con los bailarines he trabajado mucho en intentar dar esas texturas que musicalmente están ahí, pero intentar darles cuerpo.
Desde una carrera "truncada" a ser la bailarina que impulsa a las mujeres
Avatâra es de la isla de Mallorca (España). Allí, mientras estudiaba iba un conservatorio en el que aprendió a bailar ballet desde los siete años, sin conocer otros estilos de danza.
"En la formación que te dan en España o eras bailarina de ballet o eras profesora de ballet. Yo no tenía conciencia de mucho más. Sabía que existía el flamenco pero no era para mí, con lo cual, yo crecí creyendo y formándome para ser exclusivamente bailarina de ballet", relata.
Sin embargo, más adelante un imprevisto se interpondría de manera violenta en su carrera. Cuando entró a la universidad a estudiar filología hispánica y lingüística, ingresó al mismo tiempo a desarrollarse profesionalmente en el ballet con una de las mejores profesoras de España pero, al poco tiempo, cuando tenía 20 años, le surgió un tumor en el hueso de la pierna izquierda. Lo encontraron a tiempo y el tema no pasó a mayores, pero su carrera como bailarina de ballet quedó truncada.
Avatara Ayuso. Crédito: Cortesía Teatro del Lago
"Fue muy dramático porque a mí no me habían dado otras opciones, no sabía que existían pero, como quería seguir bailando, lo primero que hice fue buscar qué danza me permitía ser activa sin tener que hacer puntas de ballet", cuenta.
En su indagación descubrió el tango argentino y luego la danza contemporánea. "Tuve que aprender de cero", asegura.
"Al final me di cuenta de que fue una gran liberación encontrar la danza contemporánea porque aceptaba mi cuerpo", reflexiona Avatâra, quien afirma que su figura no entraba en lo cánones del ballet clásico.
"También la danza contemporánea afectaba mi personalidad, aceptaba mis ideas creativas, el crear mundos, así que esa experiencia traumática me abrió otras puertas", añade.
No obstante, la coreógrafa enfatiza que el ballet le parece una "técnica excelente" y que todavía lo utiliza para los calentamientos, pero que "la danza contemporánea es quien soy y lo que me cambió la vida".
Hoy en día se dedica cien por ciento a esta disciplina y la utiliza también para promover los derechos de las mujeres y para realzar su voz desde la danza.
La danza como un "séptimo sentido"
- También te has dedicado a realzar la voz de las mujeres con la danza. ¿Cómo crees que esta disciplina aporta en este sentido?
- Yo creo que la danza tiene una capacidad de entender el mundo de una manera especial, es como un séptimo sentido. El bailarín – con el lenguaje corporal- es capaz de registrar texturas, ritmos de leer, de interactuar con el cuerpo, con otros cuerpos, y con el mundo, de una manera distinta. Entonces, la danza casi se puede decir que es como un 'súper poder' que te ayuda a entenderte a ti y el mundo de una manera distinta. Esa es una forma de empoderar quien eres tú y sin tener que pasar por el lenguaje.
Avatâra sostiene que a las mujeres socialmente se les pide más: "Tienes que ser madre, trabajadora, perfecta, estar guapa siempre, maquillada desde las seis de la mañana…".
Debido a esa "presión social" la coreógrafa cree que "la danza le puede ayudar a buscar esa liberación y a aprender a ser orgulloso de uno mismo", como también a "crecer como persona y desarrollar tu personalidad".
Con toda esta experiencia Avatâra Ayuso formó AWAD iniciative (aspiraciones avanzadas de mujeres en la danza), una red de apoyo de mujeres cuyo punto de encuentro es la danza. A partir de esta iniciativa surgió el proyecto con las musulmanas, entre muchos otros.
"La danza es el punto de partida para desarrollar la capacidad de liderazgo de las mujeres, desde su propio cuerpo, de su actividad profesional o personal", concluye.