La novela "La chica que debía morir" pone punto final a la saga criminal sueca creada por Stieg Larsson y supone la despedida de la carismática hacker Lisbeth Salander.
Este tomo, publicado simultáneamente a finales de agosto en una treintena de países, cierra una serie de seis novelas que conforman una apasionante crítica social de la Suecia contemporánea, las amenazas del progreso tecnológico sobre las libertades y la violencia contra las mujeres.
Con ventas de unos 100 millones de ejemplares en todo el mundo, Millennium fue creada por Stieg Larsson, periodista de investigación especializado en movimientos de extrema derecha,
fallecido de una crisis cardíaca en 2004 tras haber entregado los primeros tres manuscritos.
Larsson no alcanzó a conocer el inmenso éxito de ventas de su saga, ni de sus adaptaciones al cine o al cómic, ni de la batalla jurídica por los derechos de autor entre su familia y su pareja.
Tras la publicación de los tres primeros tomos -"Los hombres que no amaban a las mujeres" (2005); "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina" (2006) y "La reina en el palacio de las corrientes de aire" (2007)-, un autor de éxito, David Lagercrantz, recogió la pluma con la bendición del padre y el hermano de Larsson.
"Lo que no te mata te hace más fuerte" (2015) y "El hombre que perseguía su sombra" (2017) vendieron 14 millones de ejemplares.
Tras esta sexta y última entrega, "para mí, se ha acabado", asegura David Lagercrantz, "pero estoy convencido de que Lisbeth es inmortal y que seguirá viviendo de una forma u otra en la televisión, el cine o en otros libros".
Porque Millennium es ante todo Lisbeth Salander, hacker de ingenio, antiheroína punk, bisexual, hija mártir de la violencia machista, inadaptada social, que hace justicia en la sombra, de manera expeditiva... y definitiva.
Su doble masculino es el periodista de investigación Mikael Blomkvist, director de la revista "Millennium", al que Stieg Larsson prestó sus obsesiones, su gusto por los archivos y las nomenclaturas, su aversión al materialismo y al abuso de poder.
En "La chica que vivió dos veces", Lisbeth se encuentra en Moscú para pagar las deudas de su familia, historia principal sobre un trasfondo de "fake news", ciberacoso, manipulaciones genéticas y persecución de homosexuales en Chechenia.
En su sitio web, la editorial sueca Nordstedts asegura que el tomo 6 es "el último de la serie Millennium".
Continuar la obra de Larsson: un desafío
La compañera de Stieg Larsson, Eva Gabrielsson, se rebeló cuando Lagercrantz, hijo de un intelectual de clase burguesa, retomó la serie imaginada por un periodista militante, de provincias, muy comprometido con la izquierda, y que despreciaba la mundanidad. Pero Gabrielsson quedó sin voz ni voto al perder la batalla legal, excluida de la sucesión por no estar casada con Larsson.
En cuanto a David Lagercrantz, no lamenta nada: "Viéndolo con perspectiva, hice bien en continuar (la obra de Stieg Larsson), esto arrojó luz sobre (sus) libros y (su) acción política", afirma el quincuagenario, que pretende utilizar la gira de promoción para alertar sobre las "amenazas contra la democracia".
Larsson, que escribía para la revista antirracista sueca Expo y vivía bajo la amenaza constante de grupúsculos neonazis, "había comprendido antes que nadie los peligros de la extrema derecha", subraya.
Biógrafo del futbolista Zlatan Ibrahimovic y del matemático Alan Turing, David Lagercrantz quiere ahora pasar página sobre Millennium.
"Tres libros es justo lo que necesitaba. Si hubiera continuado, había sido más que nada por hábito", considera el novelista. "Es enorme y me siento feliz de haber podido profundizar en el mito", agrega.
"La chica que vivió dos veces" ha sido objeto de una crítica tibia. "Es un final totalmente aceptable (...) pero ahora, ya basta", consideraba el diario sueco Svenska Dagbladet.
Ediciones Destino es la editorial encargada de publicar en español esta novela tanto para España como para América Latina.