Delegación de Rapa Nui en el Museo Británico junto al Moai Hoa Hakananai'a, el cual solicitan repatriar a la isla.
Fernanda Paul
El abogado británico-australiano Geoffrey Robertson, especializado en derechos humanos, acusó al Museo Británico de exhibir "propiedad cultural robada", según informó The Guardian.
Robertson, quien se encuentra solicitando a instituciones de Europa y EE.UU. que devuelvan los tesoros tomados de "pueblos subyugados"por "conquistadores o amos coloniales" aseguró que "los administradores del Museo Británico se han convertido en los mayores receptores de propiedad robada del mundo, y la gran mayoría de su botín ni siquiera está en exhibición pública".
Asimismo, dijo que el museo permite un recorrido guiado no oficial que recorre los artículos robados que posee la institución, entre ellos los
mármoles de Elgin, el moái Hoa Hakananai’a, los bronces de Benin y otros bienes que son reclamados por Grecia, Rapa Nui y Nigeria, respectivamente.
En adición, Robertson criticó a otros "museos enciclopédicos" como el Louvre de París y el Met de Nueva York que "encierran el precioso legado de otras tierras, robadas a sus pueblos mediante guerras de agresión, robo y duplicidad".
Estas opiniones del también académico aparecen en su libro "Who Owns History? Elgin’s Loot and the Case for Returning Plundered Treasure" (¿Quién posee la historia? El botín de Elgin y el caso para devolver el tesoro saqueado).
Abogando por la restitución de bienes culturales, basándose en los principios de las leyes de derechos humanos, Robertson afirma que el Presidente de Francia
Emmanuel Macron "galvanizó el debate" al afirmar que "el patrimonio cultural africano ya no puede permanecer prisionero de los museos europeos".
"Los políticos pueden pedir disculpas más o menos sinceras por los crímenes de sus antiguos imperios, pero la única forma ahora disponible para repararlos es devolver el botín de la violación de Egipto y China y la destrucción de las sociedades africanas, asiáticas y sudamericanas", escribe The Guardian citando el libro del abogado.
"No podemos corregir errores históricos, pero ya no podemos, sin vergüenza, sacar provecho de ellos", agrega el escrito.
Contactado por ese medio, el Museo Británico declaró que efectivamente existe un recorrido por artículos robados guiado por un externo. Y también la institución señaló que "reconoce las historias difíciles de algunas de sus colecciones, incluidos los medios en disputa por los cuales se han adquirido algunas colecciones, como a través de acciones militares y saqueos posteriores".