SANTIAGO.-
Patricia Cerda ("Violeta & Nicanor") es una historiadora chilena que
en 1986 se fue a vivir a Alemania para hacer un doctorado y
vivió en carne propia lo que fue
la caída del muro de Berlín, en noviembre de 1989.
A 30 años de ese histórico hecho, Cerda publica la novela
"Luz en Berlín" (Planeta, $15.000), que
narra la atmósfera que se vivió en aquellos días en la capital alemana, y lo hace bajo una mirada latinoamericana.
La protagonista de esta
historia, narrada en primera persona, se llama Luz y se encuentra en Berlín estudiando un doctorado en Filosofía. Luz asiste a la conferencia de prensa en la que Günter Schabowski anuncia sorpresivamente la apertura del muro y es testigo del proceso que terminará con la caída de la República Democrática Alemana (RDA) liderada por la Unión Soviética.
Luz vive en el centro de Berlín Occidental junto a un grupo de amigos latinoamericanos y
se ve envuelta en una trama de espionaje, amor, amistad y solidaridad que transforma su vida.
- ¿Es esta novela en gran parte autobiográfica?
- No es autoficción en sí, pero por supuesto que
hay muchas de mis vivencias ahí. Yo inventé a un personaje que se me parece pero que no soy yo. Por ejemplo, ella fue a hacer un doctorado en Filosofía a Berlín y llegó el año 1988. Yo llegué a hacer un doctorado en historia el año 1986. Por supuesto que
su visión de Berlín amurallado es la mía. Ella viene también del Chile de los '80, de la dictadura, y llega a una ciudad muy democrática, muy abierta, avanzada. El hecho de estar amurallada le da un carácter especial, entonces,
todos los asombros de ella son también los asombros míos. Y
su perspectiva de la cultura alemana desde su mentalidad chilena por supuesto que es
también la mía.
- ¿Cuál es la mirada de la protagonista sobre el ambiente que se vive en la Alemania de esa época?- A mí eso es lo que realmente me motivó a escribir esa novela, porque son esos
momentos en la historia en que se termina una época y empieza algo nuevo. Lo que ella cuenta ahí es el fin de la Guerra Fría con la caída del muro de Berlín y la reunificación de Alemania. En el fondo, lo que ella está contando ahí es el fin de una época, el fin del siglo XX. Y ella también hace una reflexión sobre lo que viene, hacia dónde va después, hacia dónde irá el mundo después de eso. Esa reflexión también está porque ella está haciendo un doctorado en Filosofía y su especialidad es el humanismo, entonces
ella no se identifica con ninguna de las ideologías que se terminan en ese momento. No se identifica con el marxismo, que se acaba en la RDA, ni tampoco se identifica con un capitalismo arrogante, sino que
a ella le gusta el humanismo clásico. Le interesan los renacimientos que han habido en la historia de la humanidad. Entonces, también ese enfoque es un poco el enfoque mío.
- ¿Por qué decidiste escribir ahora este libro, se relaciona con lo que pasa hoy?- Para mí
hubo una coincidencia muy interesante y motivante también de venir a Chile -llegar aquí el 1 de noviembre a presentar "Luz en Berlín" a propósito de que se cumplen 30 años de la caída del muro-, y
encontrarme en Chile con que hay una efervescencia social muy parecida a la que había en Berlín y
a la que yo describo en la novela. La idea esa de que se viene un cambio, de que hay un despertar. Aquí hay un estallido social que las personas, que la ciudadanía tiene la impresión de que van a poder hacer los cambios esperados. Todo eso se parece mucho, y creo que todos los cambios fundamentales en la sociedad son parecidos. Y eso me hace también ser optimista. Yo ya vi un poco eso. Realment
e ver el potencial que hay en la crisis de un nuevo comienzo o la posibilidad de hacer algo mejor.
"Hay muchas de mis vivencias ahí. Yo inventé a un personaje que se me parece pero que no soy yo"
Patricia Cerda, escritora
- ¿El nombre de la protagonista, Luz, es una metáfora?- Claro, porque la mujer se llama Luz Vidal, que también Vidal es como vital. Ella está en Berlín y nosotros sabemos que la idea de la ilustración, la idea de la razón, de que después de un período de injusticias vuelven a primar las ideas de la ilustración, las ideas de la democracia. Esa es la metáfora que está detrás de eso.
Es como una luz vital, porque ella también es una persona muy vital, es curiosa e interesada, y es muy solidaria también. Hay sororidad, solidaridad. Yo diría también que esa
novela podría tener como subtítulo "latinoamericanos viendo caer el muro de Berlín".
- Mijaíl Gorbachov señaló esta semana que a 30 años de la caída del muro de Berlín, Europa continúa dividida. ¿Cuál es tu apreciación sobre eso?
- Claro. Sí, es así. Incluso se dice también que en Alemania cayó el muro físico, pero sigue en las mentes todavía. A pesar de que Alemania ha hecho mucho y realmente ha habido una integración, sigue existiendo una división entre Alemania del este y occidental. Y el caso más claro es Ucrania, que está dividido entre la parte occidental y oriental. Una parte fiel a Rusia y a Putin, y la otra que mira hacia Europa occidental. Ahí hay una guerra fría revivida. Y de hecho se ha vuelto a utilizar la palabra Guerra Fría en algunos debates.
- ¿Consideras que terminó la Guerra Fría?
- Sí, yo considero que terminó así como estaba planteada, que fue uno de los acontecimientos del siglo XX. Y así como se planteó, o sea, la guerra entre la ideología marxista y la ideología capitalista se acabó. Y la ganó definitivamente el capitalismo, y eso hizo decir a Francis Fukuyama que eso era el fin de la historia. Lo que no se ha acabado son los retos de la humanidad. Ahora son otros, son nuevos. Yo creo que el más importante es la sobrevivencia de la especie, y es un reto ecológico. Yo pienso que ahí viene el arco con Chile también, que eso nos va a unir entre los chilenos porque ahí no importa si eres de izquierda o eres de derecha. Si el desierto avanza hacia el sur, eso nos va a afectar a todos. Y eso porque hay un montón de argumentos humanistas. Pienso que finalmente Nicanor Parra va a tener razón cuando decía: "La izquierda y la derecha unida jamás serán vencidas".