Charlie Watts, baterista de The Rolling Stones, murió a los 80 años, informó este martes Bernard Doherty, publicista del músico.
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Falleció en paz en un hospital de Londres a primera hora de la mañana, rodeado de su familia", sostuvo Doherty, y agregó:
"Fue un querido esposo, padre y abuelo, y también como miembro de The Rolling Stones
uno de los más grandes bateristas de su generación".
El publicista pidió respeto por la intimidad "de su familia, de los miembros de la banda y de los amigos cercanos en este difícil momento".
El legendario miembro del grupo británico
se había sometido recientemente a una operación, lo que forzó su retirada de la próxima gira planeada por el grupo en EE.UU. "Charlie ha sido operado con éxito, pero sus médicos creen que necesita descansar", explicó un portavoz del artista a principios de agosto, sin más precisiones.
En 2004,
el baterista fue tratado en el Hospital Royal Marsden de Londres
de un cáncer de garganta, del que se recuperó tras una batalla de cuatro meses contra la enfermedad, incluidas seis semanas de radioterapia intensiva. Un año después sufrió un accidente automovilístico en Niza, en el que resultó con un brazo y varias costillas fracturadas.
El más mesurado de los Stones
El tranquilo y siempre elegantemente vestido músico, nació en Londres el 2 de junio de 1941. En sus comienzos fue un baterista de jazz -estilo por el que nunca perdió su afinidad- y
se unió a The Rolling Stones a principios de 1963. Junto con el cantante Mick Jagger y el guitarrista Keith Richards, Charlie Watts
era uno de los miembros más antiguos de la famosa banda de rock, en la que también han participado Mick Taylor, Ronnie Wood y Bill Wyman.
"Fue una bendición", decía Keith Richards. "El primer baterista con quien empecé hace 40 años es uno de los mejores del mundo. Con un buen baterista, eres libre de hacer lo que quieras", agregaba.
Watts fue designado como el duodécimo mejor baterista de todos los tiempos por la revista Rolling Stones.
El músico siempre se mantuvo alejado de la loca vida que vivían sus compañeros. Con su rostro impasible y su talento unánimemente reconocido para el ritmo binario, ofrecía el contrapunto perfecto en el escenario a los frenéticos contoneos de Mick Jagger, y las payasadas eléctricas de los guitarristas Keith Richards y Ronnie Wood.
Y mientras sus amigos pasaban por "divorcios, adicciones, arrestos y peleas locas", según un inventario recopilado por el diario británico Mirror,
el tranquilo Charlie Watts vivía una vida serena con Shirley Shepherd, su esposa desde hacía 50 años, y su hija Seraphina, en su granja de cría de purasangres árabes en Devon, Inglaterra.
Sin embargo, el músico no era totalmente impermeable a las adicciones de la banda: en la década de 1980, se sometió a rehabilitación por heroína y alcohol.
Pero "fue un tiempo muy corto para mí", explicó él mismo. "Simplemente lo dejé, no era algo para mí", confesó el taciturno músico.
Como miembro de los Stones, no solo se ocupó de la percusión, sino que como diseñador gráfico se ocupó también de crear elementos relacionados con el grupo, como varias portadas (o la contraportada viñeteada de "Between the Buttons") e ideó los escenarios de muchas de sus giras.
Asimismo, era conocido como un comprador entusiasta que le gustaba vestir elegante. El Daily Telegraph lo nombró el Hombre Mejor Vestido del Mundo y en 2006 Vanity Fair lo incluyó en el Salón de la Fama de los Mejor Vestidos.
También tenía sus excentricidades: le gustaba coleccionar automóviles, aunque no manejaba y simplemente se sentaba en ellos en su garaje