El artista argentino Duki se presentó este sábado por tercera vez en Chile, extendiéndose durante casi dos horas ante un eufórico público juvenil que alardeó sus principales temas de trap y reggaetón en el Movistar Arena, en el marco de su gira personal "Ya Supiste Tour".
El concierto inició a las 21:00 horas, cuando el cantante de 26 años se presentó de short y polera, entre columnas de fuego, entonando "Hello Cotto". Se trata de la vigésimo cuarta presentación de su circuito iniciado a fines de mayo en Monterrey, que lo ha llevado por cuatro países y una veintena de ciudades.
Al terminar las barras finales de la canción, el artista -ubicado dentro de los 200 más escuchados en el mundo, según datos de Spotify- detuvo el concierto durante cinco minutos, solicitando distanciamiento entre los fanáticos que se aglomeraron al frente del escenario en el sector de cancha. "Necesito que todos me hagan un favor y den un paso para atrás. Así no puede continuar el show", pidió el argentino.
El espacio alcanzó el máximo de aforo permitido, lo que se dejó entrever en abril pasado, cuando el cantante anunció su paso por Chile y agotó las entradas en sólo 24 horas. En él se enseñaba que la cancha no estaría dividida, lo que provocó que la mayoría de los asistentes se acumularan efusivamente frente a él, empujando a quienes estaban por detrás de las rejas. "Terminan de salir las personas que se sienten mal y arrancamos el show como debe ser", enfatizó.
Dicho eso, el espacio se distendió y se habilitaron puntos de agua en los costados de la cancha y en los accesos. Fue entonces que el artista argentino repitió su apertura, que fue aclamada por los asistentes y siguió con sus versos de "Tumbando el club". No obstante, tras terminar la canción volvió a pedir distancia. "Un paso para atrás, se los suplico. A mi me encanta cuando todos ustedes saltan y gritan, pero entiendo también que no todos lo disfrutan (...) Mil disculpas, no contábamos con esto", agregó.
En total fueron 26 las canciones que presentó el trasandino, mientras el público vociferaba los versos y aclamaba la presencia de "Duko". Entre ellos, el público alardeó algunos de sus temas como solista, entre los que figuran "Five", "Sudor y Trabajo", "Volando bajito", "Antes de perderte" y "Ticket". De igual forma, el público saltó y bailó algunas de sus colaboraciones más famosas como "Si quieren frontear" y "Además de mi".
Uno de los momentos más épicos del evento se registró cerca de las diez de la noche cuando el argentino invitó al escenario a AK4:20, cantante nacional, oriundo de Talca, con quien compuso los versos de "BICI". Junto a él otros dos artistas locales harían presencia en el concierto: los afamados traperos Young Cister y Pablo Chill-E. Con este último y Bad Bunny lanzaron en 2020 la canción "Hablamos mañana" y fueron nominados a un Latin Grammy.
"Chile siempre fue una potencia en el trap. Los felicito porque tienen un país hermoso en cultura", expresó Duki, aplaudiendo la trayectoria de distintos artistas urbanos criollos como DrefQuila, Polimá Westcoast, Julianno Sosa, Standly, Cris Mj y Pailita.
Con toalla en el cuello y la bandera chilena en la mano, Duki se desplazó por el escenario del Movistar hasta las 22:45 horas, rematando con algunas de sus canciones más reproducidas en las plataformas. "Malbec", "She Don’t Give a FO", "Goteo" y "GIVENCHY". Al finalizar aseguró haber desarrollado uno "de los mejores shows en su vida" y agradeció a los fanáticos que viajaron fuera de Santiago para verlo.
Capitán del trap
Oriundo del distrito de Almagro, el bonaerense Mauro Ezequiel Lombardo vive uno de los mejores momentos de su carrera. Está a punto de consagrar una década de trabajo en la música, industria a la que arribó en 2013 cuando -motivado por sus más cercanos- participó de su primera batalla de rap en los frente a frente que realizaban en Puerto Madero. Su habilidad para rimar, conservar el flow y el dominio del nervio le aseguraron el éxito. Desde entonces, no paró.
Con el tiempo y más batallas en el cuerpo, Lombardo fue transformando su pasatiempo en rutina. Se había salido de la secundaria y realizaba distintos tipos de laburos que lo mantenían con lo escaso para mantenerse en la escena underground. Sin embargo, con apenas 20 años, en 2016 el artista marcó un hito que le dio mayor visibilidad a su talento: frente a cientos de personas ganó el Quinto Escalón del Parque Rivadavia, una de las competencias más importantes del rap latinoamericano.
El premio de aquel capítulo fue una grabación y de los estudios no lo sacaron. Entonces llegaron las colaboraciones, los tatuajes pintaron su rostro, se rehabilitó de las drogas y la escena trasandina lo empezó a nominar. Así se fue coronando, hasta que en 2019 lanzó su álbum debut "Super sangre joven", publicado solo meses después de encabezar el primer festival de trap de su país, codéandose de estrellas mundiales como Drake, Bad Bunny y Cardi B. Posterior a ello comenzó a girar, pero llegó la pandemia y en el encierro sacó "Desde el fin del mundo": producción que lo convirtió en el artista argentino más escuchado de 2021.
Con todo, Duki divaga entre la fama y el respeto, ganándose la admiración de sus pares quienes le agradecen haber convertido a Argentina en "la capital del trap". Escena que se ha constituido y forjado gracias a la colaboración entre los distintos artistas, quienes mezclan sus sellos, estéticas y formas de hacer sonido. Algunos de ellos son Paulo Londra, Cazzu, WOS, Nicki Nicole, Tiago PZK, Paulo Londra y María Becerra, entre otros. Ninguno de ellos supera los 28 años, pero ya conocen el mundo cantando de amor, autoestima, violencia de género, superación y más.
Es en esta línea que al artista que hoy se presentó en Chile se le conoce como "la voz de una generación". Preguntado en mayo de 2021 si él se sentía así, respondió. "Sí. Yo creo que sí. Por eso el lugar que se me dió y el lugar que tengo. El respeto y la legitimidad que me dió la gente también (...) Y parte de ser la voz de la generación hace que sea el pionero, y al ser el pionero tengo la responsabilidad de ser el que abre el camino. El trap obviamente fue lo que obviamente nos levantó -va a seguir sonando y a ser lo que es- pero uno a veces tiene que reinventarse o evolucionar. Madurar. crecer", respondió.