Joan Alison Turner de Jara, más conocida como Joan Jara, fue una
destacada bailarina y la
esposa de uno de los cantantes más famosos de Chile y de América del Sur,
Víctor Jara, quien fue asesinado en la dictadura de Augusto Pinochet.
La mujer nació en 1927 en Londres, pero el Congreso Nacional le otorgó la
nacionalidad chilena por gracia en 2009, que recibió de manos de la entonces Presidenta Michelle Bachelet.
Desde la muerte de su esposo que ocurrió en los primeros días del golpe de Estado de 1973, Joan dedicó gran parte de su vida
a la defensa de los derechos humanos y a la búsqueda de la justicia por este crimen. Además creó la Fundación Víctor Jara, que busca difundir y promover el legado del artista.
La bailarina que recibió dos premios por su aporte a la danza
Según su biografía oficial,
fue una visita a Haymarket Theatre de la mano de su madre, a los 15 años, la que la hizo enamorase del baile, donde conoció al coreógrafo Kurt Jooss, quien descubrió sus talentos para la disciplina. Él creó la escuela de danza Ballets Jooss, en Alemania donde Jara estuvo durante años y la llevó a actuar en diversos países de Europa.
Joan llegó a Chile a mediados de la década de 1950
y se integró en el Ballet Nacional Chileno. También trabajó
como docente de la Escuela de Danza y de Teatro de la Universidad de Chile, creando talleres de experimentación para los coreógrafos chilenos y un "ballet popular" para difundir la danza en las poblaciones rurales del país, donde conoció a Víctor Jara.
Años más tardes dirigió la carrera de Pedagogía en Danza Infantil en la misma universidad, al creer que la danza contribuye a la formación de mejores personas.
En el año 2017,
Joan Turner Jara recibió el premio de la Academia Chilena de Bellas Artes por su trayectoria como bailarina y aporte a la danza. Dos años más tarde fue galardonada con el
Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile.
El jurado de dicho premio consideró su labor como "fundamental en el desarrollo de la danza contemporánea. Este reconocimiento también es una expresión de afecto de Chile para alguien quien tanto cariño le ha demostrado al país".
Luchó por la justicia
La activista de los derechos humanos se divorció en 1960 de Patricio Bunster, con quien tuvo una hija. Luego de esta relación,
Joan se casó con Víctor Jara, con el que tuvo a Amanda Jara, la segunda hija de la bailarina. A ambos, los unió una decidida actividad política en contra de la dictadura de Pinochet.
El músico chileno, conocido por sus canciones de alto contenido político y social, fue detenido el 12 de septiembre de 1973 por las Fuerzas Armadas en la universidad donde realizaba clases. Lo llevaron junto a
miles de personas más al Estadio Nacional y luego abandonado en una zona de Santiago sin vida.
El 20 de septiembre, Joan tuvo que efectuar el reconocimiento del cadáver y, tras el entierro,
debió partir al exilio en Gran Bretaña junto a sus dos hijas, adoptando el apellido de su marido, desde donde emprendió la lucha contra la dictadura
y se convirtió en activista de los derechos humanos.
No regresó a Chile hasta mediados de los años '80, fecha en la que
intensificó su actividad política, y luchó incansablemente durante años para que la justicia chilena esclareciera las circunstancias de la muerte de su esposo. Además
creó el Centro de Danza Espiral, clave en la formación de varias generaciones de bailarines y coreógrafos.
No verá extradición del culpable del crimen
Sus esfuerzos por aclarar la muerte de Víctor Jara y hallar a los culpables no comenzaron a dar frutos
hasta 2009, año en el que fue identificado el autor material del crimen. Cuatro años más tarde confirmaron que el músico recibió 44 disparos.
El juez chileno Miguel Vásquez determinó que Víctor Jara murió el 16 de septiembre de 1973 a causa de,
"al menos, 44 impactos de bala" disparados por, entre otros, el teniente Barrientos que, según uno de sus subordinados, solía enarbolar su arma reglamentaria para afirmar:
"Con esta maté a Víctor Jara".
El 27 de junio de 2016, un tribunal federal de Orlando, Estados Unidos, determinó que el exmilitar chileno, huido a Estados Unidos con una visa de turista, y nacionalizado tras casarse con una estadounidense, era culpable de tortura y asesinato extrajudicial de Víctor Jara. Se le condenó a pagar una compensación por daños y
perjuicios de 28 millones de dólares para la familia, pero la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Tampa, en Space Coast, Estados Unidos,
lo detuvo recién en octubre de este año.
En agosto pasado, 50 años después de la muerte del cantautor,
la Corte Suprema de Chile ratificó la condena de siete exmilitares del ejército implicados en su asesinato y días atrás se informó
que Barrientos será extraditado a Chile el próximo 28 de noviembre en el vuelo número 957 de American Airlines, con salida en Miami (EE.UU.),
algo por lo que Joan Jara luchó toda su vida pero no podrá ver.
"Han pasado tantos años, que se hace difícil sentirlo como justicia, o consuelo. Pero esto es una señal que está dando el Poder Judicial, que solo desde comienzos de este siglo empezó a darle camino a las investigaciones", valoró la Fundación Víctor Jara, en una declaración pública firmada por sus dos hijas.
Fuentes próximas a la familia indicaron que las exequias se celebrarán a partir del lunes, pero que todavía se "está armando el acto" que ha llenado a todos sus
allegados de tristeza en un momento en el que aparecía un rayo de felicidad con la muy esperada extradición de Barrientos, por la que Joan trabajó toda su vida.