Es
uno de los actores más convocados y exitosos de los últimos años. No obstante, acaba de confesar que
ni siquiera tiene su propia casa. Jason Momoa brindó una entrevista en la que dio algunos detalles de cómo es su vida tras haberse separado de su exesposa y madre de sus hijos, Lisa Bonet. Allí, la estrella de "Aquaman" expresó que, literalmente,
vive "en la carretera".
Momoa reconoció que en los últimos meses
pasa sus días y sus noches sobre cuatro ruedas. En una entrevista que el actor concedió a Entretainment Tonight, indicó:
"Ni siquiera tengo una casa en este momento: vivo en la carretera". Luego, explicó que en su caso
no se vio obligado a tomar esa determinación por falta de dinero. Lo que lo tiene de acá para allá es la
grabación de un nuevo programa, "On the Roam", en el que
entrevista y conversa con artistas, artesanos y deportistas de distintas localidades de los Estados Unidos.
"Siempre estoy en estos lugares extraños", aseguró. Y agregó que sus fanáticos de pequeños pueblos quedan totalmente sorprendidos y encantados cuando lo ven aparecer. "Me pasa todo el tiempo. Me dicen: '¡Qué diablos estás haciendo acá!'", indicó, entre risas. "Y la verdad es que
me encanta la idea de estar rodeado de gente común y corriente. Después de tanto tiempo de mostrar lo que sé hacer, que es actuar, sentí curiosidad de saber cómo me recibirían", explicó.
La entrevista se emitió el mismo día en que la Justicia declaró a Momoa y Bonet como formalmente divorciados. Esto ocurrió solo un día después de que la actriz presentara la solicitud, a pesar de que anunciaron su separación en enero de 2022. Para ese momento, llevaban 17 años de relación y tenían dos hijos en común: Lola, de 16 años, y Nakoa-Wolf, de 15.
Este miércoles, People dio a conocer la demanda presentada por la madre de Zoë Kravitz, y allí se conoció la fecha de la separación: el 7 de octubre de 2020, exactamente 12 meses después de haberse casado, y un año y medio antes de haberlo hecho público.
El "trámite exprés" tiene un claro motivo. Los actores llegaron a un acuerdo que dejó en claro su deseo de que la familia atraviese las menores complicaciones posibles: solicitaron la custodia compartida de sus dos hijos y que no exista manutención conyugal para ninguna de las partes.
También se responsabilizaron a afrontar en partes iguales los gastos de la manutención, educación y el bienestar general de sus hijos, y en caso de que uno de ellos se vaya de vacaciones con ellos, será quien asuma los costos. La división de bienes tampoco fue un tema controvertido. Ambas partes se mostraron "satisfechas" con el reparto.