JIANLI.- Dos imponentes grúas comenzaron al atardecer del jueves las labores de enderezamiento del crucero chino, que naufragó el lunes en el río Yangtsé con 456 personas a bordo.
Hasta el momento, las autoridades confirmaron la muerte de 77 personas y el número de sobrevivientes sigue sin aumentar, en las 14 personas, entre ellas el capitán del barco.
"La búsqueda de pasajeros desaparecidos y la atención a los heridos continúan, pero salvar vidas es la prioridad", declararon altos cargos en Beijing tras una reunión con el presidente Xi Jinping.
En el terreno, cientos de allegados de los pasajeros siguen a orillas del río las labores de búsqueda en esta tragedia, que podría convertirse en el peor naufragio en el país en casi 70 años. "¡Hay que ser fuertes!", dijo entre lágrimas una mujer a otra con un ramo de flores en la mano.
Casi 370 pasajeros continuaban desaparecidos y los socorristas acuáticos intentaban recuperar cuerpos en las fangosas aguas del río, así como en el interior y exterior del casco del barco.
La embarcación, de 76 metros de eslora, transportaba en su mayoría a jubilados.
Los primeros intentos de enderezar el barco habían tenido que suspenderse a consecuencia del mal tiempo.
El "Dongfangzhixing" ("Estrella de Oriente") volcó en menos de dos minutos el lunes por la noche a consecuencia del mal tiempo.
Los socorristas practicaron varias aperturas en la única parte del casco que emerge en la superficie, pero, al no encontrar señales de vida, soldaron de nuevo la chapa, explicó la cadena de televisión pública CCTV.
Casi 300 allegados de los desaparecidos llegaron a las orillas del río y otros 200 se registraron para intentar alcanzar el sitio del naufragio en los próximos días, indicó una trabajadora del centro de acogida de las familias.
Sin esperar a los autobuses oficiales, algunos familiares acudieron con sus propios vehículos tras conducir una decena de horas desde Nankín y otras ciudades de donde eran oriundos los pasajeros.