El gobierno de Ankara, cada vez más molesto por la indiferencia de Occidente ante el éxodo de población siria, dijo en abril que había gastado casi 5.500 millones de dólares en acoger a los refugiado.
AFPAKCAKALE, TURQUÍA.- Las fuerzas de seguridad turcas emplearon el sábado cañones de agua y lanzaron disparos de advertencia para hacer retroceder a miles de refugiados sirios que se agolpaban en la frontera, tratando de escapar de los combates entre kurdos y yihadistas del Estado Islámico, según un fotógrafo de la AFP.
Ante los encarnizados combates entre los combatientes kurdos y el EI por el control del pueblo fronterizo sirio de Tal Abyad, miles de personas se han precipitado en los últimos días hacia el cruce turco de Akcakale, en el sureste del país. Hoy, sin embargo, quedaron bloqueadas: las fuerzas turcas desplegadas en la valla fronteriza detuvieron el avance de los refugiados sirios con cañones de agua y disparos de advertencia, mientras continúa la presión ante la inminente llegada de nuevas personas escapando de la violencia.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) había afirmado poco antes que las Unidades de Protección Popular (YPG), las milicias kurdas, habían avanzado unos diez kilómetros hacia esa localidad controlada por el EI. Según el periodista de la AFP, pese al avance de las fuerzas kurdas, la bandera negra del EI seguía ondeando en el pueblo.
Durante la tarde, varios supuestos miembros del grupo extremista, con barba, con ropa de combate y portando armas, se acercaron a la valla y animaron a los civiles sirios a regresar a Tal Abyad, mientras soldados turcos miraban nerviosos la escena. Algunos empezaron a retroceder, pero al anochecer todos habían regresado para pasar la noche junto a la valla.
El jueves, Turquía anunció que estaba tomando medidas para limitar el flujo de refugiados sirios, después de que en los últimos días llegaran hasta 13.500 personas huyendo de los combates en Tal Abyad, según responsables turcos.
Bajo la premisa de una política de "puertas abiertas" abanderada por el presidente Recep Tayyip Erdogan, Turquía ha acogido desde el inicio del conflicto sirio en 2011 a 1,8 millones de refugiados.
El gobierno de Ankara, cada vez más molesto por la indiferencia de Occidente ante el éxodo de población siria, dijo en abril que había gastado casi 5.500 millones de dólares en acoger a los refugiados llegados desde 2011.