TEHERÁN.- Los servicios de seguridad rechazaron la entrada de mujeres, pese a las autorizaciones, en las gradas del partido de vóleibol entre las selecciones de Irán y Estados Unidos, este viernes en Teherán, indicó la Federación Iraní.
La organización había concedido 200 acreditaciones especiales para el público femenino, en un recinto con capacidad para 12 mil espectadores, situado en el sudeste de la capital persa.
Las entradas estaban reservadas a "miembros de la familia del vóleibol, hinchas del equipo visitante y responsables ejecutivas", había indicado el martes Reza Hassanikhou, encargado de seguridad en el Ministerio de Deportes.
Las acreditaciones no fueron validadas por los servicios de seguridad del complejo, dependiente del Ministerio de Deportes, precisó el viernes a la AFP un responsable de la Federación, antes del partido.
El gobierno del presidente moderado Hassan Rohani había afirmado a principios de junio que deseaba que las mujeres pudieran asistir al partido, pero el anuncio provocó manifestaciones de ultraconservadores iraníes, opuestos a la presencia de mujeres como público en las competiciones deportivas masculinas.
"Debido a las protestas, nos vimos obligados a anular la decisión" de permitir entradas a las mujeres, explicó el viernes a la AFP Mohammad Reza Davarzani, presidente de la Federación. "Esperamos que el problema se resuelva en el futuro", dijo.
Según periodistas en el lugar, varias mujeres de la prensa, acreditadas y de la Federación Iraní, sí pudieron acceder al recinto.
La televisión de Estado cubrió además el himno nacional estadounidense antes del partido con la voz del comentarista. Los dos países rompieron sus relaciones diplomáticas después de la Revolución Islámica de 1979.
El acceso a los estadios de fútbol está prohibido a las mujeres desde la Revolución, oficialmente para protegerles de los comportamientos obscenos de los aficionados masculinos. El gobierno desea suavizar las restricciones existentes para otros deportes, como el básquetbol o el vóleibol.
La cuestión de la presencia de mujeres en el público de los eventos deportivos provoca debate en Irán, entre sectores conservadores que defienden las tradiciones islámicas y una parte de la población, que propugna una mayor apertura.
