SAO PAULO.- El ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva defendió este viernes a su sucesora, Dilma Rousseff, y afirmó que ella no es la responsable por la crisis política y económica que afecta al país sudamericano.
"La crisis en el país no es responsabilidad de Dilma", dijo el ex mandatario, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, en declaraciones que recoge hoy el portal del diario "O Estado de Sao Paulo".
El fundador del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) adjudicó al escenario externo el deterioro económico por el que atraviesa Brasil, y aseguró que la presidenta "va a arreglar el país".
Las declaraciones ocurren días después de que el propio Lula lanzara duras críticas a su "ahijada" política y a su propio partido.
Entre otras cosas, dijo a fines de junio que el índice de aprobación de Rousseff, que ronda un escaso diez por ciento, el del PT y el suyo propio, están en el "volumen muerto", en referencia a la crisis hídrica que afecta al estado de Sao Paulo.
En la encuesta del instituto Datafolha que reveló el ínfimo respaldo popular de la presidenta, Lula figura, por primera vez desde que dejó el gobierno, detrás del senador socialdemócrata Aécio Neves en intención de votos, por una diferencia de diez puntos porcentuales.
"Dilma está en el volumen muerto, el PT está por debajo del volumen muerto y yo estoy en el volumen muerto. Todos estamos en una situación muy mala. Y miren que el PT todavía es el mejor partido. Estamos perdiendo contra nosotros mismos", lamentó Lula durante un evento organizado la semana pasada por líderes religiosos.
En la ocasión, el ex dirigente sindical también arremetió contra la forma de gobernar de Rousseff, que en su opinión no deja que hablan sus ministros: "Parece un gobierno de mudos" disparó, y relató que es "un sacrificio" convencerla de salir de su despacho en Brasilia para recorrer el país y hablar con la población.
Además de la baja popularidad, Rousseff enfrenta dificultades en varios frentes, como ser la tirante relación que tiene con el Congreso, el deterioro económico que ya afecta el bolsillo de la población y las sospechas de corrupción en torno al financiamiento de sus campañas políticas, que según denuncias no confirmadas aún, habrían recibido recursos desviados del ente estatal Petrobras.