TEHERÁN.- El líder supremo iraní, Alí Jameneí, pidió un "cuidadoso escrutinio" del acuerdo alcanzado entre su país y el grupo 5+1 durante el "debido proceso legal" al que deberá ser sometido en el Parlamento para su aprobación.
Jameneí, la máxima figura política y religiosa de Irán, cuya palabra es la última en todo asunto público del país se expresó así en una carta al presidente Hasán Rohaní en la que volvió a alabar el trabajo del equipo negociador iraní en Viena y en la que consideró el pacto sobre el programa nuclear de su país como un "logro".
En esa misiva, publicada hoy en la página web de la presidencia iraní, el líder supremo iraní volvió a dar tácitamente su visto bueno al texto del acuerdo, al que no criticó en ningún momento y del que dijo que debe seguir con su trámite legal sin ningún impedimento.
"Llevar las negociaciones a una conclusión fue un logro. El texto final, sin embargo, necesita un cuidadoso escrutinio y debe atravesar el debido proceso legal. En caso de ser aprobado, hay que estar preocupado sobre posibles violaciones de los compromisos por la otra parte y cerrar el camino para que no ocurran", dijo el líder.
En ese sentido, Jameneí recordó al presidente que "algunos de los seis países que participaron en las negociaciones no son fiables".
Asimismo, el líder indicó que espera que "la querida nación iraní" mantenga la "unidad y dignidad" para que los objetivos nacionales puedan lograrse en una atmósfera "sabia y pacífica".
La nota de Jameneí fue una respuesta a otra anterior que le envió Rohaní para explicarle el final de las negociaciones, en las que su país "no solo derrotó el proyecto de la iranofobia", sino que logró mejorar su estatus hasta el punto de que la "comunidad internacional está ansiosa por entrar en negociaciones y cooperación con Irán en varios campos".
Rohaní pidió en su carta "unidad, solidaridad interna, perseverancia, resistencia y acción prudente" para llevar a buen puerto las previsiones del acuerdo nuclear.
El pasado martes en Viena, Irán y el grupo 5+1 (EE.UU., Francia, China, Reino Unido, Rusia y Alemania) anunciaron un acuerdo para poner fin a 13 años de desencuentros con la comunidad internacional y que fue interpretado por Teherán como "un nuevo comienzo" de las relaciones de su país con el mundo.
El pacto recoge el derecho iraní a tener una industria atómica propia, si bien severamente limitada y controlada para que no pueda desviarse a fines bélicos, al tiempo que elimina las sanciones que lastran la economía del país.
Además, el dossier iraní en el Consejo de Seguridad de la ONU bajo el capítulo siete de la Carta de las Naciones Unidas, que autoriza el uso de la fuerza, será eliminado.