Mohamad Yavad Zarif subrayó que el régimen de sanciones que se impuso a su país fracasó en su intención de generar inestabilidad en Irán.
EFE
TEHERÁN.- El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, afirmó hoy que todo el mundo ha cambiado su actitud hacia la República Islámica tras el anuncio del acuerdo nuclear con las potencias del Grupo 5+1, e indicó que ahora hay que trabajar para "no sea beneficioso para ninguno" el no cumplir con el trato.
Según informa la agencia iraní Mehrs, el ministro se expresó así durante un encuentro con periodistas y analistas, en el que también subrayó que el régimen de sanciones que se impuso a su país fracasó en su intención de generar inestabilidad en Irán, y que ese fue uno de los motivos por los que las potencias mundiales buscaron un acuerdo con el país asiático.
Zarif manifestó que ese cambio de actitud quedó reflejado en la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que reconoció y aprobó el denominado Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA en sus siglas en inglés), en donde quedó patente "que la actividad nuclear iraní no es considerada más una amenaza para la paz y seguridad mundiales".
Así, se ha dado paso a una enorme expansión de los lazos económicos iraníes con el mundo, lo que constituirá a la larga "una de las más importantes garantías" para la ejecución del pacto. "Debemos ser capaces de ajustar nuestras relaciones políticas, culturales y económicas en el ámbito regional y global de tal modo que no sea beneficioso para ningún país violar esta resolución", añadió.
Desde que el pacto fue anunciado, el pasado 14 de julio, numerosas delegaciones internacionales de alto rango, entre ellas algunas provenientes de Alemania, Francia o Italia, han acudido a Teherán para restaurar relaciones políticas y económicas, y se espera que muchas otras hagan lo mismo en las próximas semanas.
Para el ministro, el JCPOA es una "oportunidad" que surgió de la elevada participación del país en las elecciones presidenciales que llevaron al moderado Hasán Rohaní a la presidencia con un programa basado en la premisa de arreglar el contencioso nuclear y acercar el país a la comunidad internacional.
Además, añadió que esa participación demostró la falta de efectividad de las sanciones, que no eran "un medio para ejercer presión económica sino que tenían como objetivo cambiar la política del país". "Las sanciones buscan ejercer presión en el pueblo y alienarlo de cara a su gobierno. Así, la mayoría de las políticas de sanciones conducen a la guerra o al cambio de gobierno", analizó.
Por su parte, el jefe de la Organización Iraní de la Energía Atómica, Alí Akbar Salehí, que también participó en el encuentro con la prensa, destacó que el JCPOA respeta todas las "líneas rojas" marcadas por Irán, como el derecho al país a disponer de energía atómica con fines pacíficos, que se traducirá en producir electricidad con fines comerciales en los próximos 10 años. v