SANTIAGO.- Lawrence "Larry" Lessig es un conocido activista que promueve políticas que impulsen las libertades ciudadanas en Estados Unidos. Actualmente, es director del Centro para la Ética Edmond J. Safra de la Universidad de Harvard y profesor de derecho de esa misma casa de estudios. Entre las iniciativas que lo han destacado se encuentran propuestas para reducir las restricciones ligadas a propiedad intelectual en Internet y reformas para mejorar el sistema electoral estadounidense y afrontar la corrupción.
En agosto de 2015, Lessig anunció que comenzaría una pre campaña para reunir fondos que le permitan participar, como candidato del Partido Demócrata, en las elecciones presidenciales del próximo año.
Su misión para Estados Unidos
El objetivo de Lessig no es detener la intervención de su país en medio oriente, regular la deuda externa o mejorar los sistemas de subsidio a la atención médica. El abogado tiene un sólo objetivo muy claro: Ganar la carrera por la Casa Blanca, sentarse en su nueva oficina, tomar su lápiz, firmar el "Equal Citizens Act of 2017" (ó Acta de Ciudadanos Iguales de 2017) y, junto con ello, entregar su carta de renuncia. Este documento, tan relevante para su campaña, se basa en 3 pilares:
- Derecho a voto igualitario: Lessig propone instalar un sistema que garantice igualdad de derecho a voto. Para ello, es requerimiento promulgar el Acta Avanzada de Derecho de Voto y el Acta de Empoderamiento de Voto, ambas iniciativas creadas este 2015. Además, instauraría el registro automático de votantes y convertiría el día de la elección en un feriado nacional para incentivar la participación.
- Representación igualitaria: "Ciudadanos iguales deben tener la misma representación en el Congreso". Para alcanzar esa visión, él cree que se debe estructurar el sistema político para que todos tengan el mismo nivel de influencia en las distintas instancias de la administración pública.
- Elecciones financiadas por ciudadanos: Lessig explica que el problema de corrupción en el sistema electoral de EE.UU. se debe a la concentración de auspiciadores de campañas políticas. Por ello, propone una serie de medidas que potencien la participación de las personas naturales en el financiamiento de la política, con el fin de establecer límites para la repetición de nombres en cargos públicos.
El ambicioso (y poco convencional) plan
Larry Lessig no quiere dejar nada al azar. Y por ello, renunciar a la presidencia de Estados Unidos luego de instaurar los cambios al sistema electoral no dejarían a esa nación sumida en el caos. Por el contrario, su propuesta es muy simple: A través de una encuesta popular, buscaría un candidato a vicepresidente que lo acompañe en esta aventura y que, una vez que él deje el puesto, asuma como mandatario. Es por eso que entre los nombres que figuran en la lista están Hillary Clinton o Joe Biden, quienes ya protagonizan las encuestas como posibles candidatos a ocupar la Casa Blanca.
Los pasos están definidos:
1.- El primer movimiento fue lanzar campaña de recaudación de fondos que le permita costear los gastos necesarios para enfrentar las primarias demócratas. Por ello, lo de Lessig hasta el momento no es más que un experimento social. La verdadera campaña presidencial sería lanzada recién el 7 de septiembre próximo y sólo si la iniciativa consigue reunir US$1 millón para costear los gastos.
2.- Una vez con los fondos necesarios, el abogado abandonaría sus tareas habituales para dedicarse a tiempo completo a la iniciativa. Enfocaría sus esfuerzos en la población de los estados de Iowa, Nevada, New Hampshire y Carolina del Sur. El objetivo es alcanzar suficiente popularidad para ser invitado a participar en los debates nacionales televisados.
3.- Su foco durante los encuentros será destacar la relevancia de la igualdad ciudadana y la necesidad de corregir el sistema electoral de Estados Unidos. Si logra ganar en algunos de los estados relevantes para la elección, seguirá con su meta de reformar la democracia de ese país. Si no logra pasar a la siguiente etapa, trabajará para hacer que los candidatos que sí continúen en carrera por la Casa Blanca incorporen el tema en su agenda.
4.- Si consigue ganar al candidato republicano (que todos los medios apuestan será Donald Trump), Lessig usará los poderes de la Oficia Oval para introducir la reforma y luego renunciar.
Financiamiento ciudadano vs. un imperio mediático
Casi $700 millones puede sonar mucho dinero. Pero en la campaña presidencial anterior los gastos alcanzaron una gigantesca cifra que superó US$1.300 millones; suficiente como para costear las pérdidas derivadas del Transantiago por 2 años.
Este año ese récord podría incluso superarse. No hay que olvidar que el candidato más fuerte hasta el momento, según muestran las encuestas, es el multimillonario Donald Trump, dueño de un imperio mediático que él mismo valoriza en más de US$10 mil millones.
