VIENA.- La ministra austriaca del Interior, Johanna Mikl-Leitner, anunció hoy que se endurecerán las penas de cárcel en los casos de tráfico de personas y, de forma inmediata, se reforzarán los controles para detectar vehículos sospechosos.
"Las bandas de traficantes se comportan cada vez con menos escrúpulos y por ello debemos reforzar los controles", declaró Mikl-Leitner en una rueda de prensa.
"Queremos por un lado salvar vidas, y por el otro combatir el tráfico de personas de forma más contundente", agregó la ministra.
La responsable austríaca dejó claro que no serían controles de frontera, sino medidas policiales reforzadas en las regiones fronterizas sobre aquellos vehículos susceptibles de trasladar a grupos de refugiados.
"No son controles fronterizos en el sentido clásico, sino reforzar medidas de seguridad, lo que significa que mantenemos todos los compromisos de la zona Schengen", indicó Mikl-Leitner.
La ministra también avanzó: "trabajamos en un cambio legal para aumentar las penas contra las organizaciones de tráfico de seres humanos", aunque no concretó más sobre ello.
Las nuevas medidas se toman después de que el jueves fuesen encontradas 71 personas muertas en un camión frigorífico en el este de Austria, y el sábado se detuviera una furgoneta con 26 refugiados, entre ellos tres niños en estado grave por deshidratación.
"El jueves pasado pudimos ver que estas mafias de tráfico de personas no tienen escrúpulos", destacó Mikl-Leitner.
La policía austríaca contará en exclusiva para luchar contra el tráfico de personas con 1.350 agentes y varios helicópteros que ayudarán en la detección de vehículos sospechosos.
La operación comenzó ayer a las 19.00 horas y su duración, por el momento, es indefinida.
Konrad Kogler, el director general de Seguridad Pública, indicó que se había producido un "incremento masivo" de los supuestos casos detectados de tráfico de personas en los últimos cinco meses.
Puso como ejemplo del proceder de estas mafias que, antes de la tragedia de la semana pasada, hallaron un camión con 86 refugiados, entre ellos 16 menores y una mujer embarazada, en muy mal estado tras viajar 12 horas sin descanso en un compartimento angosto y mal ventilado.
"El año pasado se detuvieron a unos 270 traficantes, y ahora llevamos (en 2015) cerca de 700, hubo un incremento masivo", explicó Kogler a Efe.
"También hubo un incremento similar en el número de personas traficadas, de 9.800 a unas 30.000. Hemos tenido un enorme incremento, sobre todo desde marzo de este año", agregó.
Para concluir, la ministra declaró que la respuesta a la crisis de los refugiados se debe abordar a nivel europeo y abogó por fórmulas legales para permitirles acceder a un país seguro y evitar que tengan que recurrir a los traficantes.