BEIJING.- El Gobierno chino anunció hoy que ha puesto en marcha "un mecanismo de emergencia" tras comprobar que uno de los dos rehenes del Estado Islámico (EI) "cumple con la descripción de un ciudadano chino que estaba desaparecido fuera del país".
Así lo aseguró hoy Hong Lei, un portavoz del Ministerio de Exteriores, en una rueda de prensa en la capital, después de que él mismo dijera el jueves que estaban verificando las informaciones que apuntaban al posible secuestro del ciudadano chino Fan Jinghui por el EI.
El miércoles, la publicación digital Daqib del grupo terrorista subió a la red las fotografías de dos hombres que identificaba como el noruego Ola Johan Grimsgaard-Ofstaf, de 48 años, y el chino Fan Jinghui, de la misma edad y supuestamente oriundo de Beijing.
Los hombres aparecen vestidos con un informe de prisionero amarillo y un cartel que reza "en venta".
Hong no quiso responder hoy si el Gobierno chino estaría dispuesto a pagar un rescate por el secuestrado, ni a si existe algún precedente de esa práctica en el pasado, aunque tradicionalmente se ha opuesto a ello.
"El Gobierno chino reitera que China se opone absolutamente a cualquier tipo de violencia contra civiles inocentes", reiteró Hong, al ser preguntado por una supuesta inacción por parte de Pekín en este caso.
Se trata del primer secuestro de un ciudadano chino por el Estado Islámico del que se tiene constancia, lo que se prevé que añadirá presión a los líderes chinos para que muestren una postura más agresiva a la hora de frenar al grupo terrorista.
Aunque apoya la iniciativa, China no forma parte de la coalición internacional liderada por Estados Unidos e integrada por más de 60 países, entre árabes y occidentales, contra las posiciones del Estado Islámico en Irak y Siria.
Las autoridades comunistas acusan al EI y a otros grupos yihadistas de influir en organizaciones que operan en la región noroccidental de Xinjiang, hogar de la minoría musulmana uigur, como el Movimiento del Turkestán Oriental (ETIM).
Según la consultora para la gestión de crisis NYA International, con sede en Londres, 47 ciudadanos chinos fueron secuestrados en el extranjero en 2014, 18 más que en 2013, añadiendo que son un objetivo cada vez mayor debido al crecimiento económico del país asiático.