Los fieles esperan desde temprano la misa del Papa Francisco en la Plaza de la Revolución de Holguín.
EFE
HOLGUÍN.- El Papa Francisco llegó este lunes a Holguín para realizar la segunda parada de su viaje por Cuba, donde se han destacado los elogios por su papel en el deshielo histórico entre La Habana y Washington, y la discreción en sus pronunciamientos políticos.
El primer Pontífice latinoamericano pasará parte de la jornada en esta ciudad, y en la Plaza de la Revolución celebrará su segunda misa en la isla. Miles de personas llegaron desde muy temprano al lugar para presenciar la ceremonia.
Holguín será bendecida por primera vez por un Papa, ya que la ciudad no fue incluida en las visitas que hicieron al país Juan Pablo II y Benedicto XVI en 1998 y 2012, respectivamente.
A pesar de las especulaciones sobre el motivo de su visita a la ciudad –cuna de los hermanos Fidel y Raúl Castro- y a Santiago de Cuba, desde donde ambos comandaron la revolución que terminó con la caída de la dictadura en 1959, el Vaticano dijo que la elección no es política.
"Un criterio que el Papa utiliza es ir donde los otros Papas no fueron. Ni Benedicto ni Juan Pablo II fueron allá", señaló el domingo Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, explicando que un Pontífice no puede irse de Cuba sin presentar sus respetos a la Virgen de la Caridad del Cobre.
En la tarde, Francisco volará a Santiago de Cuba, la segunda ciudad más grande del país, en cuyas cercanías está el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre a la que le rendirá tributo el martes.
El Pontífice se ha mantenido discreto en sus pronunciamientos políticos. El Gobierno de Raúl Castro aún espera que el religioso argentino condene el embargo que Estados Unidos aplica sobre la isla y el que señalan como el principal lastre para su economía.
Durante su estancia de dos noches en La Habana, Francisco celebró una multitudinaria misa en la emblemática Plaza de la Revolución, se reunió con el ex líder comunista Fidel Castro y con el Presidente, Raúl Castro.
Por otra parte, pese a que no tienen programada una reunión, opositores al Gobierno siguen pidiendo conversar con el Papa para solicitarle una mediación para que la isla logre una mayor apertura política y económica.