BANGKOK.- La organización Human Rights Watch (HRW) pidió este miércoles a Naciones Unidas que exijan durante su Asamblea General la restauración de la democracia en Tailandia y que el gobierno militar de este país termine con la represión de los derechos humanos.
"Los líderes que acudan a la cita deberían utilizar sus reuniones con el líder de la junta militar tailandesa para instarle al fin de su régimen opresor y el regreso de un gobierno civil democrático", señala en un comunicado el director para Asia de HRW, Brad Adams.
Está previsto que el próximo martes, el primer ministro tailandés, el general golpista Prayuth Chan-ocha, se dirija en un discurso en la sede de la ONU en Nueva York a sus homólogos durante la Asamblea General que se desarrollará desde el 24 hasta el 30 de este mes.
A pesar de que las autoridades tailandesas se han comprometido a colaborar con la ONU, la junta se ha escudado en las "condiciones únicas" del país frente a las críticas por sus violaciones de los derechos humanos, apunta HRW.
La semana pasada, el gobierno militar indicó que hasta, al menos, mediados de 2017 no convocará elecciones después de que un organismo elegido a dedo por los uniformadas rechazara el borrador propuesto para la nueva constitución.
En mayo del 2014, el Ejercito, encabezado por Prayuth, tomó el mando del país con un golpe de Estado incruento a fin de terminar con meses de protestas en las calles de Bangkok.
Desde entonces, la junta militar ha suprimido derechos y libertades básicas y ha incrementado la persecución contra críticos y disidentes.
"Los líderes mundiales deben ser directos al elevar sus preocupaciones sobre las violaciones cometidas en Tailandia por el general Prayuth. Los gobiernos pueden ayudar a revertir la situación de crisis de los derechos humanos en Tailandia y colocar al país en rumbo hacia la democracia", sentencia Adams.
Desde hace una década, Tailandia vive una profunda crisis política que cada uno o dos años desemboca en manifestaciones callejeras.
Para solventar estos problemas, los militares optaron en 2006 y 2014 hacerse con el poder mediante la fuerza.