CIUDAD DE MÉXICO.- Tres involucrados en el secuestro y posterior asesinato de doce jóvenes en 2013, que meses más tarde fueron encontrados en una fosa clandestina, fueron condenados a 1.560 años de prisión.
A través de un comunicado, la fiscalía de la capital mexicana indicó que Ernesto Espinosa, José de Jesús Carmona y Victor Manuel Torres, fueron considerados responsables del delito de privación ilegal de la libertad, agravado con violencia, y por el posterior asesinato de las víctimas.
El secuestro ocurrió el 26 de mayo de 2013, a plena luz del día en un bar de Ciudad de México, a sólo una cuadra del Paseo de la Reforma, que es considerada una de las arterias principales y más concurridas de la capital mexicana.
El caso afectó la imagen que mantenía la ciudad, de ser una de las zonas más seguras de México. Se estimaba que en la región la violencia vinculada al crimen organizado y carteles de las drogas era mínima.
Sin embargo, las autoridades de la capital consideraron que el secuestro y posterior asesinato de los jóvenes se debió a una disputa entre pandillas rivales.