Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.
Agencias/Archivo
WASHINGTON.- La Justicia de Estados Unidos investiga la posible existencia de una estructura corrupta en el seno de las Naciones Unidas, donde altos funcionarios habrían recibido sobornos de empresarios chinos, publicó hoy el Wall Street Journal.
Según el rotativo neoyorquino, que cita fuentes cercanas a la investigación, los supuestos pagos estarían vinculados al desarrollo del sector inmobiliario en Macao (China).
Además los arrestos el mes pasado de un magnate inmobiliario de la antigua colonia portuguesa y de su ayudante estarían vinculados al esquema fraudulento.
"Se espera que se anuncien acusaciones adicionales a partir del martes contra otras personas, entre ellos cargos actuales o pasados de la ONU", indicó el Wall Street Journal.
La investigación, dirigida por la oficina del fiscal del distrito sur de Nueva York, Preet Bharara, y por el Buró Federal de Investigación (FBI) se centra en el presunto pago de sobornos por parte de empresarios chinos a, entre otros, funcionarios de la ONU representantes de países del Caribe.
Las fuentes de la investigación no precisaron al diario cómo funciona exactamente el supuesto esquema corrupto.
El pasado 19 de septiembre fueron detenidos el magnate inmobiliario de Macao Ng Lap Seng y su ayudante, Jeff C. Yin, acusados de mentir a las autoridades aduaneras estadounidenses en relación a la finalidad de más de 4,5 millones de dólares en efectivo que habían introducido en EE.UU. desde 2013.
El magnate detenido es el presidente del grupo Sun Kian Ip, una corporación privada con sede en Macao que cuenta con una fundación en Nueva York. Tiene además una gran influencia política tanto en Macao como en Beijing.
A través de la fundación y a título personal, Ng ha trabajado en varias ocasiones con la oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, dedicada a la promoción de acuerdos económicos y políticos entre países en desarrollo.
En los documentos que la Justicia estadounidense presentó contra Ng y Yin se cifra en más de 19 millones de dólares la cantidad que éstos transfirieron a EE.UU. con destino a particulares o entidades desde 2010.
Entre otros casos, los documentos, a los que ha tenido acceso The Wall Street Journal, citan una visita de los dos hombres a EE.UU. en 2014 en la que presuntamente llevaron 400.000 dólares en efectivo en una maleta a un encuentro con un empresario no identificado en el neoyorquino distrito de Queens.