FRANKFURT.- La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, aseguró que mantendrá su política de apertura hacia los refugiados, pese al retroceso de su popularidad en los sondeos, según una entrevista publicada el lunes por el diario alemán Bild.
"Para mí, forma parte de la humanidad fundamental de mi país el acoger a un refugiado con simpatía, como cualquier otro ser humano", declaró la canciller alemana.
"Los sondeos no son mi vara de medir", añadió Merkel, cuando la popularidad de su partido, la CDU, retrocedió hasta su nivel más bajo en dos años a consecuencia de la llegada de refugiados a Alemania, que suscita tensiones, especialmente, en su formación.
A pesar del creciente número de críticas, Merkel mantiene su apertura hacia los refugiados y lanzará esta semana una ofensiva para intentar convencer a una opinión pública cada vez más dubitativa sobre la legitimidad de esta política y convencer de la futilidad de un eventual cierre fronterizo.
Sin embargo, esto es lo que reclama más o menos el partido hermano de la CDU en Baviera, la Unión Social Cristiana (CSU), que ataca duramente desde hace semanas a la canciller.
La mandataria alemana estima contar todavía con el apoyo de su partido. "Estoy firmemente convencida (...) Somos un gran partido popular, en el que siempre hubo varias corrientes: liberales, cristianos, demócratas y conservadores", indicó Merkel, a quien no le sorprende que miembros de la CDU están preocupados.
No obstante, Angela Merkel llamó de nuevo a sus socios europeos a ser solidarios. "Toda Europa debe comprometerse a garantizar la seguridad de las fronteras de la Unión Europea y a un reparto equitativo de los refugiados en los países miembros. Hay que actuar también más allá de Europa", reiteró.
La jefa de gobierno prometió acelerar la construcción de viviendas para acoger mejor a los migrantes en Alemania, donde se espera la llegada de entre 800.000 y un millón de solicitantes de asilo este año.
Merkel anunció igualmente su voluntad de acelerar la expulsión de Alemania de aquellos migrantes que "no tengan ninguna posibilidad de poder quedarse".
