BOGOTÁ.- El gobierno de Colombia revisará la implementación de un plan para fortalecer la frontera en casi medio centenar de municipios limítrofes con Venezuela a raíz del cierre de los pasos ordenado desde hace casi dos meses por el presidente Nicolás Maduro, informaron hoy fuentes oficiales.
La presidencia de Colombia confirmó en un comunicado que a partir de este jueves y hasta el próximo sábado "ministros, viceministros y directores de entidades estarán en la región para evaluar los avances del plan".
"El gobierno Nacional visitará los 40 municipios de los siete departamentos fronterizos con Venezuela con el propósito de hacer seguimiento a los avances del Plan de Fortalecimiento de Fronteras, que impulsa en esa parte del país", indicó el texto.
Según el comunicado, la visita de los funcionarios, que se extenderá por los departamentos de Arauca, Boyacá, Cesar, La Guajira, Guanía, Norte de Santander y Vichada, será el preámbulo a un consejo de ministros que el presidente Juan Manuel Santos liderará el sábado en esa zona del país.
Los más de 200 proyectos que hacen parte del Plan de Fortalecimiento de Fronteras corresponden a los sectores de agua y saneamiento básico, desarrollo económico, salud, educación, cultura y deporte y han tenido una inversión de más de 48.000 millones de pesos (casi 17 millones de dólares).
Las tensiones entre Colombia y Venezuela empezaron el pasado 19 de agosto cuando tres militares venezolanos resultaron heridos cerca de la frontera en un ataque atribuido por el gobierno de Maduro a grupos de contrabandistas o paramilitares colombianos.
El mandatario venezolano ordenó el cierre de la frontera y la deportación de más de un millar de colombianos, en tanto que cerca de 20.000 han retornado por voluntad propia para evitar la deportación.
Ese hecho aumentó la tensión, a raíz de denuncias de varios de los deportados sobre atropellos de autoridades venezolanas y la demolición de sus casas. Después de insistentes llamados de la comunidad internacional, Santos y Maduro se reunieron el pasado 21 de septiembre en Quito y acordaron el retorno de los respectivos embajadores, que habían sido llamados a consultas.
Además, los jefes de Estado anunciaron una "progresiva normalización" de la zona fronteriza, al tiempo que pactaron reunir a equipos de ministros para empezar a tratar los temas sensibles de la frontera.