RÍO DE JANEIRO.- Un eventual proceso de destitución de la Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, forma parte de las reglas del juego democrático, afirmó hoy el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski.
"Nuestras instituciones republicanas (...) son sumamente sólidas. Creo que eso (un eventual juicio político) son dolores de parto, podríamos decir, de un nuevo sistema político, y eso forma parte de las reglas del juego democrático", dijo el presidente de la más alta corte del país, en entrevista a la TV Globo.
El ministro minimizó los problemas que podría traer aparejada una eventual destitución de la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT), cuya salida reclaman partidos opositores y amplios sectores de la sociedad.
"No veo mayores problemas. Nosotros tenemos una buena Constitución, ya enfrentamos varios problemas, un proceso de 'impeachment' anterior, varias crisis económicas. Esta es una más de las crisis que enfrentaremos y seguramente el país saldrá con gallardía de este proceso", afirmó.
El magistrado se refirió de ese modo a la destitución del ex presidente Fernando Collor de Mello en 1992, dos años después de asumir el gobierno, acusado de delitos de corrupción.
Algunos de los argumentos más sólidos en que se basan los pedidos de destitución de Rousseff se refieren a maniobras contables que realizó el gobierno en 2014, último año de su primer mandato.
Si el Congreso, a raíz de esas maniobras, reprueba el balance contable, la presidenta será acusada de violar la Ley de Responsabilidad Fiscal y, en consecuencia, será destituida.
En tal sentido, el gobierno aguarda esta semana con gran expectativa la entrega al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de uno de los pedidos de destitución más firmes: el suscrito por juristas Hélio Bicudo y Miguel Reale, ex fundador del PT y ex ministro de Justicia, respectivamente.
Dicho pedido es una versión ampliada de uno anterior que se basaba en la reprobación de las finanzas de 2014 por parte del Tribunal de Cuentas (TCU). La nueva versión incluye una denuncia hecha por el Ministerio Público (Fiscalía) de Cuentas, de que dichas maniobras contables también se practicaron este año.
Otra razón por la que eventualmente Rousseff podría acabar despojada del cargo se produciría en caso de que la Justicia Electoral confirme sospechas de que la campaña por la reelección, el año pasado, recibió fondos desviados de la petrolera estatal Petrobras.