BRASILIA.- La Cámara de Diputados de Brasil inició este miércoles un proceso que puede llevar a la destitución del presidente de ese órgano legislativo, Eduardo Cunha, de quien se sospecha que fue uno de los beneficiados de la corrupción en la estatal Petrobras.
El primer paso del proceso fue la entrega de un documento al Consejo de Ética de la Cámara baja, en el que el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y la formación Red solicitan formalmente que Cunha pierda su escaño por su supuesta implicación en las corruptelas que le costaron a la petrolera unos 2.000 millones de dólares.
Cunha, por su condición de jefe de la Cámara de Diputados, debe decidir si se abre un juicio político con miras a la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, como ha exigido la oposición sobre la base de un supuesto "delito de responsabilidad", que la Constitución prevé como una de las causas para cesar a un mandatario.
Sin embargo, al mismo tiempo que analiza ese asunto se verá en la obligación de ocuparse de su propia defensa, para lo cual tendrá un plazo que será fijado en los próximos días por el Consejo de Ética.
Según sostiene la Fiscalía, Cunha recibió de la red de corrupción en Petrobras al menos unos 5 millones de dólares y mantenía ese dinero en unas cuentas secretas en bancos suizos, cuya existencia ha negado pero fue comprobada por la propia Justicia helvética.
El diputado José Carlos Araújo, quien preside el Consejo de Ética, dijo a periodistas que la próxima semana ese grupo elegirá a un parlamentario que actuará como instructor del proceso contra Cunha, a quien se le darán diez días para preparar un informe.
A partir de ese momento se establecerá el plazo para la defensa de Cunha y posteriormente el informe será votado por la comisión, que en caso de recomendar la destitución deberá ser debatido por el pleno de la Cámara de Diputados, el cual tendrá la palabra final.
Según fuentes parlamentarias, ese proceso podría durar entre dos y tres meses y hasta quedar pendiente para febrero de 2016, pues el Congreso estará en receso durante enero.
Cunha integra la lista de medio centenar de políticos sospechosos de haberse beneficiado de las corruptelas en Petrobras, que salpican además a una veintena de empresas privadas.
En esa lista está también el actual presidente del Senado, Renan Calheiros, quien al igual que Cunha pertenece al oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del vicepresidente del país, Michel Temer.
Cunha, sin embargo, se ha enemistado con Rousseff y hace meses anunció su decisión personal de pasar a engrosar la oposición.