MOSCÚ.- La muerte del piloto del bombardero ruso Su-24 derribado por Turquía, tiroteado por la oposición armada siria cuando descendía en paracaídas, "es un crimen de guerra", dijo hoy en Moscú el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem.
"Lamentamos que los terroristas a los que apoya Erdogán, dispararon al piloto que descendía con paracaídas. Se trata sin exagerar un crimen de guerra", dijo Mualem al reunirse con Serguéi Narishkin, presidente de la Cámara baja del Parlamento ruso, haciendo referencia al Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El derribo ayer del Su-24 por dos F-16 turcos "ha demostrado a todo el mundo que Erdogán y sus allegados ayudan a los terroristas en territorio sirio", aseveró el jefe de la cancillería siria.
El bombardero ruso, agregó, fue derribado "por el Gobierno de Turquía, que dio órdenes a sus Fuerzas Aéreas de atacar a un avión ruso en el espacio aéreo de Siria".
"Los esfuerzos para destruir las posiciones del Estado Islámico, Al-Nusra y otras organizaciones terroristas han enfadado a las autoridades turcas", apuntó.
Mientras, Turquía insiste en que el avión de guerra ruso violó su espacio aéreo y sus pilotos ignoraron hasta diez advertencias.