RÍO DE JANEIRO.- La muerte de cinco jóvenes a manos de la policía en un suburbio de Rio de Janeiro este fin de semana provocó la indignación de familiares y vecinos, que los enterraron este lunes conmocionados por lo que denuncian fue una "ejecución".
"Me arrancaron un pedazo que nunca voy a poder recomponer", dijo ahogada en lágrimas la madre de Wesley Castro Rodrigues, de 25 años, que murió acribillado dentro del auto en el que volvía a casa junto a cuatro amigos el sábado por la noche.
Los jóvenes asesinados tenían entre 16 y 25 años y vivían en la empobrecida zona norte de Rio de Janeiro, ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de 2016.
"Tenemos pruebas de que se trató de una ejecución. Los jóvenes salieron de una comunidad donde no fueron abordados, simplemente les dispararon 50 tiros. Eso es una ejecución", afirmó a la AFP Joseandro José, líder de la comunidad de Irajá.
Cuatro policías que participaron del episodio fueron arrestados y el comandante a cargo de la unidad fue apartado de su cargo, informó la policía militar.
Según las autoridades, los agentes dispararon decenas de veces contra el vehículo y luego intentaron alterar la escena del crimen para culpar a las víctimas.
"Lo que hicieron es una acción trágica, indefendible", declaró a la TV Globo el secretario de Seguridad de Rio de Janeiro, Mariano Beltrame, quien aseguró que los policías responderán criminalmente por lo ocurrido.
La ONG Rio de Paz realizó una protesta pacífica durante el entierro, llevando una bandera de Brasil con 50 agujeros para simbolizar los tiros con los que fueron abatidos los jóvenes.
El episodio "es sintomático de una cultura de guerra, presente en las fuerzas policiales brasileñas, que de tan obcecadas que están por matar a los delincuentes, se olvidan de la vida de los civiles inocentes", denunció la ONG en una nota.
Según un informe reciente de Amnistía Internacional, la policía de Rio mató más de 1.500 personas en los últimos cinco años, actuando frecuentemente bajo la premisa "disparar primero, preguntar después".
En todo Brasil, Unicef estima que son asesinados 28 niños y adolescentes cada día. La agencia de la ONU para la niñez denuncia que la tasa de homicidios en la población negra, generalmente pobre y habitante de la periferia de los grandes centros urbanos, es casi cuatro veces mayor que la de la población blanca.