BRUSELAS.- Los ministros europeos del Interior llamarán mañana al orden a Grecia para que mejore el control en sus fronteras ante la llegada de demandantes de asilo, y evaluarán si extienden de seis meses a dos años el periodo máximo de reintroducción de controles temporales en las fronteras interiores.
La reclamación a Grecia no es nueva, pero sí la estrategia de presión que quieren poner sobre la mesa algunos Estados miembros, que abogan por reintroducir controles temporales en la frontera griega, indican fuentes comunitarias.
La medida está prevista en el código de fronteras de Schengen desde su revisión en 2013 para casos en los que se observen "graves deficiencias en los controles de las fronteras exteriores", sujeta a una evaluación previa y a una recomendación de la Comisión Europea (CE).
La Comisión rehúsa confirmar ningún movimiento en este sentido y se limita a recordar que la posibilidad existe, aunque nunca ha llegado todavía a utilizarse.
El Ejecutivo comunitario presentará el próximo día 15 de diciembre una serie de medidas sobre la gestión de la crisis migratoria y de refugiados, entre las que podría incluir esta cuestión.
Por su parte, la Presidencia luxemburguesa de turno de la UE propondrá mañana extender de seis meses a dos años la duración máxima que pueden tener los controles temporales en las fronteras interiores.
Fuentes comunitarias explicaron a Efe que esta medida no va dirigida en exclusiva a Grecia, sino a todos los países que se están viendo presionados por la llegada de refugiados, como los de la ruta de los Balcanes.
Está por ver todavía si los Estados miembros tratan mañana abiertamente la imposición de controles internos a Grecia, o todo queda en una nueva llamada de atención a Atenas para que mejore su gestión o pida ayuda a la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex).
La portavoz del Gobierno heleno Olga Gerovasili asegura que "la suspensión del tratado de Schengen para Grecia nunca ha sido planteada en el marco de la UE", al tiempo que apunta a que las informaciones surgidas en este sentido son "falsas".
"Grecia ha estado aplicando, pese a las dificultades, sus obligaciones europeas", defendió Gerovasili, que se refirió expresamente al establecimiento de centros de registro y toma de huellas dactilares en el país con asistencia europea, así como a la ampliación de las capacidades de recepción de refugiados y a la gestión efectiva de las fronteras.
El apoyo de Frontex a Grecia podría incluir la activación de los llamados equipos de intervención rápida en las fronteras (RABIT), en especial en la frontera con Macedonia, algo que hasta ahora Atenas ha rechazado frontalmente.
Un alto funcionario europeo reconoce que en la practica continúa la política de "dejar pasar" a los refugiados, sobre todo si tienen pasaporte sirio, pero asegura que Grecia está cada vez más abierta a la posibilidad de activar los RABIT.
Por otro lado, los ministros mantendrán por primera vez una conversación a 28, aunque con carácter preliminar, sobre el traslado de refugiados sirios directamente desde Turquía a la UE, una idea que analizaron ocho países, a iniciativa de Alemania, en los márgenes del Consejo Europeo del pasado domingo.
El contingente de refugiados a reasentar sería de entre 400.000 y 500.000 personas, según cifras filtradas a los medios, que no han sido confirmadas oficialmente.
La CE presentará una propuesta en este sentido el próximo 15 de diciembre, pero ya ha avanzado que la medida tendrá un carácter voluntario y se enmarcará dentro del cumplimiento por parte de Turquía del plan de acción sellado con la UE, fundamentalmente la rebaja "significativa" de la inmigración irregular hacia Europa.
Por último, los Veintiocho abordarán mañana la última oferta del Parlamento Europeo para cerrar un pacto antes de finales de año sobre la creación de un registro europeo de pasajeros aéreos (PNR, por sus siglas en inglés), que aboga por que la retención sin encriptar de los datos se extienda como máximo durante un periodo de seis meses, en lugar de nueve como quieren los países.