WASHINGTON.- El Servicio Secreto de Estados Unidos es una agencia "en crisis", según reveló hoy un informe bipartidista del Congreso, que aporta más detalles sobre escándalo sexual de varios agentes en 2012 con prostitutas en Cartagena, Colombia.
"El informe revela que el Servicio Secreto está en crisis", explicó el congresista republicano Jason Chaffetz, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes. "La moral está baja, el desgaste es alto, la mala conducta continúa y las fallas de seguridad persisten", denunció Chaffetz.
El congresista republicano lamentó que a pesar de que ha habido tres directores de los Servicios Secretos desde que estalló el escándalo de Cartagena, no se han visto mejoras en el interior de la agencia.
"Se requiere un fuerte liderazgo para corregir la mala gestión sistémica dentro de la agencia y así restablecer su antiguo prestigio", añadió Chaffetz.
El informe de 438 páginas es resultado de un año de investigaciones. Revela varias fallas de seguridad, algunas de ellas que no se habían hecho públicos hasta ahora. Y denuncia que los directores del Servicios Secreto mintieron al respecto al Congreso.
Entre los escándalos investigados se encuentran un incidente de 2011 en que un individuo disparó varios tiros a la Casa Blanca con un rifle semiautomático; otro en 2014 en el que un guardia de seguridad armado y con antecedentes por asalto violento se montó en el mismo ascensor que el presidente Barack Obama en Atlanta y el caso de dos agentes del Servicio Secreto borrachos que interfirieron este año en una investigación por una amenaza de bomba en los terrenos de la Casa Blanca.
El informe también aporta nuevos detalles sobre el escándalo en el que se vieron implicados varios agentes del Servicio Secreto estadounidense, que contrataron prostitutas colombianas en Cartagena, en vísperas de la llegada de Obama a la Cumbre de las Américas en abril de 2012.
El escándalo de Cartagena expuso, según los congresistas, "los problemas sistémicos dentro de la agencia".
Varios agentes implicados en el escándalo de prostitutas en Cartagena habían protagonizado incidentes similares en otros países, donde se habían acostado con prostitutas.
El informe revela que esa actitud era conocida y consentida en la agencia, como demuestran varios e-mails.
El 9 de abril de 2012, un superior envió un e-mail a 54 agentes informádoles sobre la logística del viaje: "Nuesto lema de este viaje será: una más cerveza, por favor". Al día siguiente otro agente envía un e-mail a otro agente diciendo que para el viaje hay que llevar "colonia, gafas de sol y dinero en efectivo para las prostitutas".
No sólo intercambiaron e-mails sobre el club nocturno al que irían, sino que uno de ellos alardeaba sobre lo que hizo la noche anterior. "Deberían haber visto lo que hice anoche en mi cuarto", señala.
Según el informe, este intercambio de e-mails "no sólo aporta evidencia de una mala conducta, sino que demuestra una completa indiferencia a las consecuencias de que se hiciera público". Esto indica que "los empleados no creían que su mala conducta iba a ser sancionada".
El informe también revela que varios agentes dejaron documentos y equipos sensibles sin la debida protección en sus habitaciones mientras estaban con las prostitutas.
El documento concluye que los recientes escándalos y fallas de seguridad del servicio secreto "no son una serie de incidentes aislados, sino el producto de una cultura insular que históricamente se ha resistido al cambio".
Los congresistas recomiendan destinar más fondos para la agencia para restablecer los niveles de personal adecuados para que lleve a cabo sus funciones y una reforma de la cultura de la agencia.
El Servicio Secreto señaló en un comunicado que han recibido una copia del informe. Reconoce que la agencia se enfrenta a "muchos desafíos". Y asegura que bajo el liderazgo del nuevo director, Joseph Clancy, se están tomando los pasos necesarios para abordar esos desafíos, aunque advierte que "llevará tiempo".