SANTIAGO.- El Estado islámico se convirtió en una de las organizaciones terroristas más rica de la historia. Sus ingresos mensuales en 2015 rondaron los US$ 80 millones de dólares.
El grupo extremista ha conseguido más de US$ 500 millones gracias a las ventas de petróleo en el mercado negro y "entre 500 millones y mil millones de dólares" gracias a la extorsión y al saqueo de bancos en territorios dominados en Irak y Siria, según estableció el subsecretario del Tesoro de EE.UU., Adam Szubin.
Según The Economist, el autoproclamado califato también cuenta con las mejores tierras agrícolas, plantas de cemento y una mina de sal. Tal es su dominio sobre gran parte de los recursos económicos de Siria, que todos en el país, inclusive el Gobierno, es cliente indirecto de dicha comercialización.
El costo de la guerra
La publicación establece que el PIB del Estado Islámico alcanza los US$6 mil millones, una gran cifra para un grupo terrorista. Sin embargo, los gastos de una guerra también son extremadamente altos.
Su ejército es particularmente caro y le cuesta al menos el 70% de sus ingresos, según la consultora IHS. Los milicianos yihadistas provenientes de otros países reciben un sueldo dos veces mayor al de los combatientes locales. Específicamente, los europeos, los triplican.
Tras los atentados del pasado 13 de noviembre en París, la comunidad internacional ha incrementado su lucha contra ISIS y sus ataques aéreos han impactado directamente sus actividades petroleras y su financiamiento.
Han eliminado sus apoyos económicos y el precio del crudo que comercializan ha caído drásticamente. De sus 160 campos de petróleo en Siria, 20 han sido blancos de ataques. Con ello, la producción total de la materia prima ha caído de 100 mil barriles diarios a menos de 40 mil.
Además, debido a su retirada de terrenos atacados, el supuesto "califato" ya perdió gran parte de su acceso a la frontera con Turquía, una fábrica de cemento y la mayor refinería de petróleo en Irak.
Aún así, el grupo terrorista ha logrado sostener su presupuesto disminuyendo los salarios, aumentado el precio de los servicios básicos y creando nuevos impuestos de forma arbitraria. Además, ante el temor de que se produzca una fuga de adherentes, incrementaron la tarifa a pagar por salir de los asentamientos, incluyendo dos avales que corren el riesgo de ser ejecutados en caso de no regresar.
Los ataques han debilitado las finanzas del Estado Islámico y éste ha debido tomar conciencia del alto costo que implica mantener una guerra contra los países más ricos del mundo. Y aunque su economía se tambalea, la coalición no ha logrado hacerla caer.