BEIRUT.- Las fuerzas del gobierno sirio tomaron el domingo la localidad de Rabia, último bastión rebelde estratégico en la provincia costera de Latakia.
"Las fuerzas armadas, en coordinación con las tropas de defensa popular, tomaron el control de la localidad de Rabia", cercana a la frontera con Turquía, anunció la televisión citando a una fuente militar.
La provincia costera de Latakia es la cuna de los Assad, que gobiernan Siria desde hace más de cuatro décadas.
Rabia había sido ocupada por los rebeldes en 2012 y desde entonces estuvo bajo control de distintos grupos insurgentes, entre ellos el Frente Al Nusra, rama siria de Al Qaida.
La ciudad cayó en poder de las fuerzas gubernamentales y las fuerzas de defensa popular (milicias favorables al presidente Bashar al-Assad) en la madrugada del domingo, al término de una ofensiva de varios días, confirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"En las últimas 48 horas, las fuerzas del régimen conquistaron 20 pueblos en los alrededores y atacaron la ciudad por el sur, el oeste y el norte", dijo el director del OSDH Rami Abdel Rahman.
"La ofensiva contra Rabia fue supervisada por militares de alto rango de Rusia y apoyada por los ataques aéreos rusos", indicó Rami Abdel Rahman.
"Cumplieron un papel esencial" en la captura de Rabia, agregó, refiriéndose a los rusos.
La caída de Rabia, consecutiva a la de Salma, otra ciudad estratégica de Latakia, ocurrida el 12 de enero pasado, permite a las tropas de Al Asad cortar las rutas de reabastecimiento de los rebeldes desde Turquía, dijo Rahman