WASHINGTON.- Estados Unidos "se toma en serio" las amenazas de Corea del Norte de atacar su país, aseguró este lunes el Departamento de Estado, que justificó las maniobras militares que ha iniciado con Seúl por las acciones "provocativas" de Pyongyang.
"Nos tomamos este tipo de amenazas en serio y llamamos a Pyongyang a poner fin a su retórica provocativa, poner fin a sus amenazas y, sobre todo, acabar con su comportamiento provocativo", dijo el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en su conferencia de prensa diaria.
Corea del Norte aseguró que su Ejército Popular "ejecutará actos militares preventivos de neutralización que podrían suponer golpes mortíferos y sin piedad" contra Estados Unidos y Corea del Sur.
Según Pyongyang, las fuerzas norcoreanas tienen a su alcance objetivos militares surcoreanos de importancia estratégica y pueden llegar también a bases estadounidenses en la región Asia-Pacífico.
Las amenazas norcoreanas llegan en respuesta al inicio hoy de las mayores maniobras militares conjuntas de Washington y Seúl, ejecutadas en un momento de gran tensión en la península de Corea tras los recientes ensayos armamentísticos de Pyongyang y las sanciones impuestas como castigo por la ONU.
El portavoz estadounidense defendió que, ante las acciones de Corea del Norte, sería "imprudente e irresponsable" que EE.UU. no "ejercitara sus capacidades (militares) y tratara de mejorar y afinar la coordinación con los aliados surcoreanos".
"No haría falta mejorar nuestra coordinación si Pyongyang no estuviera tan empeñado en empeorar la tensión en la península y rebajar cualquier sentido de seguridad o estabilidad allí", sostuvo Kirby.
Los ejercicios anuales Key Resolve y Foal Eagle, que se prolongarán hasta el 30 de abril, serán los de mayor escala ejecutados hasta ahora por EE.UU. y Corea del Sur.
Las maniobras de este año pretenden ser una demostración de fuerza tras las recientes pruebas de armas de Corea del Norte e involucrarán a más de 300.000 militares surcoreanos y 15.000 estadounidenses, que simularán estrategias de combate conjuntas no ensayadas hasta el momento por los dos países.
Corea del Norte mantiene que estos ejercicios suponen un ensayo de guerra nuclear contra el país, mientras que Seúl y Washington recalcan el carácter defensivo de las maniobras.