SAO PAULO.- Miles de manifestantes marcharon este viernes en Brasil para expresar su apoyo al Gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff y al ex Mandatario y ministro Luiz Inácio Lula da Silva, cuya presencia se espera al final de la concentración.
En Sao Paulo la protesta congregó a miles de personas en la Avenida Paulista, una importante vía que en los últimos días fue el punto de encuentro de cientos de manifestantes contrarios a Rousseff y a su antecesor y padrino político.
Poco después del comienzo de la marcha se registró un pequeño enfrentamiento entre simpatizantes y detractores del Gobierno, lo que provocó la intervención de la policía, que utilizó gas pimienta para dispersar a los protagonistas del altercado.
Las marchas fueron convocadas por centrales obreras y movimientos sociales en los 27 estados brasileños, aunque hasta el momento sólo se han registraban actos en 17.
Las manifestaciones en favor del Gobierno fueron una respuesta a las multitudinarias protestas que el domingo reunieron a unos 3,6 millones de personas en contra de Rousseff y de Lula y en rechazo a la corrupción.
En Sao Paulo, los organizadores de la marcha pro Gobierno informaron que alrededor de 80 mil personas estaban concentradas poco después del comienzo de la marcha en la Avenida Paulista, aunque se esperan la llegada de entre 150 mil personas y 200 mil personas.
La policía militar todavía no ha divulgado datos.
Además del apoyo explícito a Lula y Rousseff, los manifestantes expresaron su rechazo al presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, investigado por corrupción y enemigo político de la Mandataria.
Los congregados también clamaron contra el "golpe", en referencia al juicio político que se tramita en el Congreso y que amenaza con la destitución de la Presidenta, acorralada por una grave crisis política y económica.
"Yo presencié la dictadura y no quiero que vuelva", dijo Elisabet, una manifestante para quien las políticas sociales del PT "cambiaron la vida de muchas personas".
Los simpatizantes del Gobierno en la marcha en Sao Paulo esperan la llegada de Lula, quien el jueves fue investido como ministro de la Presidencia, en una jornada marcada por protestas polarizadas en diferentes partes del país, aunque mayoritariamente contrarias a su nombramiento.
Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, es investigado por blanqueo de dinero y falsedad documental, hechos que el ex Mandatario ha negado en reiteradas ocasiones.
La seguridad fue reforzada en la manifestación de Sao Paulo ante el temor de que se produzcan enfrentamientos entre detractores y simpatizantes del Gobierno, lo que ha ocurrido en los últimos días de manera aislada.
La policía brasileña dispersó a primera hora de hoy con descargas de agua a los manifestantes contrarios al Gobierno que estaban concentrados en la Avenida Paulista y que habían bloqueado la transitada vía durante toda la noche.