JERUSALÉN.- El Gobierno israelí aprobó hoy un plan de cinco años para reforzar la seguridad en las localidades árabes y las de población mixta en que residen judíos y árabes como es el caso de Jerusalén.
El plan incluye la construcción de una decena de comisarías de policía nuevas y la renovación de otras diez existentes en ciudades árabes y mixtas, a las que se sumarán 2.600 nuevos oficiales de los cuerpos de seguridad, de acuerdo al comunicado remitido por una portavoz policial.
El proyecto, cuyo monto asciende a miles de millones de shékels, pretende reducir de manera gradual los altos índices de criminalidad entre la minoría árabe, que representa en torno al 20% de la población de 8 millones de israelíes.
El titular de Seguridad Pública, Guilad Erdán, promotor del plan, afirmó que su objetivo es recortar la brecha social existente entre judíos y árabes en Israel, así como integrar económicamente a la población árabe en la sociedad israelí.
Erdán calificó la medida de "histórica" y señalo que ayudará a incrementar la seguridad personal de los residentes de Jerusalén y de todo el sector árabe.
Subrayó también que la construcción de las nuevas comisarías y la renovación de las existentes se hará por fases, según el nivel de criminalidad que exista en la comunidad.
"En primer lugar proveeremos una respuesta a las comunidades que tienen altos niveles de crimen, a fin de mejorar el reforzamiento de la ley allí e incrementar la seguridad personal de sus residentes", dijo.