JERUSALÉN.- Los dos palestinos que perpetraron un ataque con armas automáticas en una zona de restaurantes de Tel Aviv en junio, que dejó cuatro israelíes muertos y 15 heridos, se inspiraron en el Estado Islámico (EI), según aseguró la agencia de inteligencia israelí Shin Bet.
Dos primos, Jaled Muhamra, de 20 años, y Mohamad Muhamra, de 21, ambos de la aldea palestina de Yata, al sur del territorio cisjordano de Hebrón, cometieron el atentado el pasado 8 de junio en una concurrida área de ocio conocida como Mercado Sarona, en Tel Aviv.
"De acuerdo con la investigación, los dos decidieron perpetrar el ataque inspirados en el Daesh (acrónimo árabe del EI), pero sin haber sido oficialmente reclutados por la organización ni haber recibido ninguna guía o asistencia", señala un comunicado emitido hoy por el Shin Bet.
Un tercer cómplice del ataque, Yunis Zayn, fue arrestado por las fuerzas de seguridad israelíes por haber supuestamente colaborado con los dos autores facilitándoles armas y planificado el ataque, indica la nota.
Durante la investigación, este último cómplice, nacido en 1994 y también residente en Yata, admitió haber planeado el ataque junto a los dos autores materiales aunque, por razones técnicas, no se sumó a ellos.
Reconoció, según los organismos de inteligencia, que asistió a los atacantes proveyéndoles armas y munición, que convirtieron en armas automáticas del tipo Karl Gustav.
Los tres fueron formalmente imputados hoy por un tribunal del distrito de Tel Aviv por asesinato, conspiración para al asesinato e intento de asesinato, según el acta de acusación.
De acuerdo a ésta, planearon el ataque "como venganza sobre Israel en el nombre del Estado Islámico", acción que habrían decidido llevar a cabo a raíz del ataque e incendio premeditado el año pasado contra la familia palestina Dawabshe, en la aldea cisjordana de Duma, cometido por un extremista judío y en el que murieron tres miembros de una misma familia.
El Shin Bet precisa que inicialmente el objetivo del ataque fue un vagón de tren en la estación central de Beersheva, en el sur del país, pero posteriormente, ante la seguridad en el recinto, resolvieron tomar un taxi y dirigirse a Tel Aviv, donde el Centro Sarona se convirtió en un objetivo aleatorio de última hora.
Los dos atacantes entraron en Israel atravesando una brecha en la verja en el sur de Hebrón que delimita Cisjordania por donde suelen penetrar trabajadores ilegales. En ese punto fueron asistidos por otro individuo, Salim Mognam, de 23 años y residente de Yata, también arrestado como cómplice.
Otros diez residentes de la misma aldea palestina fueron detenidos bajo sospechas de estar involucrados en la fabricación y tráfico de armas y de trasladar a los terroristas a Israel, añade el Shin Bet.
