JERUSALÉN.- La oleada de ataques palestinos contra israelíes que vive la región desde octubre pasado decaería si el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, condenase la violencia, aseguró este martes ante un comité parlamentario Nadav Argaman, el nuevo jefe del servicio de Inteligencia interior israelí, Shin Bet.
Según Argaman, una condena más contundente por parte del Presidente palestino reduciría el nivel de incitación y los ataques, informó el diario israelí Haaretz, que cita a miembros del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa presentes en el encuentro.
El director del Shin Bet afirmó que si bien ni Abbas ni la ANP, están promoviendo el terror, siguen una "política adversa" hacia Israel.
De este modo, señala, el hecho de que Abbas no condene "de forma adecuada" los ataques ha llevado a un incremento de la provocación y el terror, mientras que cuando decide condenarlos, sus palabras tienen un efecto de moderación y calma.
Los más influenciados por la "incitación" palestina son los jóvenes de entre 16 y 18 años, señaló Argaman, quien añadió que gran parte de las 40 mujeres que protagonizaron ataques fueron empujadas a hacerlos por sus familias después de haber "dañado el honor familiar".
Argaman también habló de la cercana cooperación en materia de seguridad entre Israel y la ANP, de la que indicó que, por su propio interés, actúa intensamente contra las milicias del grupo islamista palestino Hamas, que controla la franja de Gaza desde junio de 2007.
Además, se refirió al empleo como mano de obra de palestinos en Israel (unos 140.000 lo hacen de manera legal o ilegal) como una de las variables que ayudan a disminuir los ataques.
En el pasado, varios parlamentarios han pedido que se castiguen los ataques reduciendo los permisos de trabajo para palestinos en Israel, pero son muchos en el ámbito de la seguridad los que consideran que una medida de este tipo puede ser contraproducente.
El Gobierno israelí ha señalado en reiteradas ocasiones a la "incitación con mentiras" a la juventud por parte de la ANP y las facciones palestinas como principal causa de la actual oleada de violencia, perpetrada en su mayor parte por jóvenes que no están afiliados a ningún grupo concreto.