MADRID.- La situación política en España se mantiene bloqueada después de que el candidato del PP (centroderecha), Mariano Rajoy, no consiguiera el apoyo expreso de ningún partido para ser reelegido Presidente del Gobierno en su primera ronda del contactos tras las elecciones del pasado junio.
A seis días de la apertura del Parlamento, el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, aseguró hoy que tiene interés en someterse a la reelección y que espera avanzar hacia una sesión de investidura. "Tengo interés en gobernar. Yo quiero gobernar y tengo la responsabilidad de intentarlo", dijo.
Sin embargo, advirtió: "Si yo tuviera la certeza total de que era imposible ser investido, abriría un periodo de reflexión con el resto de los grupos políticos para ver si tendrían intención de dar salida a la situación".
Esta situación recuerda a la que ya se vivió en España tras las elecciones del 20 de diciembre, en las que el PP fue el partido ganador en un parlamento muy fragmentado con cuatro grupos políticos principales que no consiguieron llegar a un acuerdo de gobierno y hubo que repetir las elecciones el 26 de junio.
Entonces, Rajoy declinó la propuesta del rey para que se presentara a la investidura como Presidente del Ejecutivo y el socialista Pedro Sánchez, líder del primer partido de oposición, no consiguió los apoyos suficientes.
En los comicios de junio, el PP consiguió 137 de los 350 escaños del Congreso, pero no son suficientes para poder gobernar, por lo que necesita el apoyo de otros grupos.
Hoy, el líder del PSOE, segundo partido con 85 diputados en la Cámara, afirmó tras su encuentro con Rajoy que "a día de hoy" los socialistas se reafirman en que votarán en contra si se presenta a la reelección. Sánchez consideró preocupante que dos semanas después de las elecciones, Rajoy no haya obtenido el respaldo de ningún otro grupo, por lo que le animó a abrir una negociación "seria" con sus "aliados naturales", pero sin contar con los socialistas.
Sin embargo, el partido más próximo al PP, los liberales de Ciudadanos, con 32 diputados, han decidido optar por el no en la primera votación de investidura y abstenerse en la segunda.
Esta decisión, junto al no de la coalición de izquierda Unidos Podemos con 71 diputados, hacen imposible la elección de Rajoy como presidente del Gobierno, ya que necesitaría 176 síes de los 350 diputados de la cámara. "Yo estoy dispuesto a mojarme y gobernar sean cuales sean las circunstancias", afirmó este miércoles Rajoy.
En este sentido, el candidato popular entregó a Sánchez y envió a otros partidos una propuesta de gobierno "moderada y abierta al diálogo y a los pactos" para que pueda comenzar la legislatura.