BRASILIA.- El Senado de Brasil decidió hoy con una clara mayoría abrir el proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff, suspendida del cargo desde el pasado 12 de mayo.
La Cámara votó a favor del juicio político contra Rousseff en la madrugada del miércoles con 59 votos a favor y 21 en contra, tras una maratónica jornada de unas 16 horas, que tuvo lugar en medio de los Juegos Olímpicos que se celebran en Río de Janeiro.
El propio Senado debe iniciar ahora entre el 25 y el 29 de agosto el juicio que decidirá definitivamente sobre la destitución de la primera presidente mujer de Brasil.
La votación final podría tener lugar a comienzos de septiembre. Para que sea aprobado el "impeachment" se requiere una mayoría de dos tercios en el Senado. Si se repite el voto de hoy, Rousseff perdería definitivamente su cargo.
Los senadores, que presentaron sus argumentos ante el pleno desde la mañana del martes, aceptaron hoy con su voto el informe de una comisión especial que había pedido hace una semana la destitución de Rousseff. La mandataria es acusada de haber manipulado los presupuestos públicos para maquillar el déficit estatal.
El voto contra Rousseff en la Cámara alta se veía de antemano como probable, ya que había sido el mismo pleno el que la había suspendido en mayo, inicialmente por 180 días.
En caso de que Rousseff sea destituida, su vicepresidente y actual jefe de Estado interino, Michel Temer, se quedará en el cargo hasta las elecciones previstas para 2018.
Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), rechaza el juicio político en su contra y acusa a sus detractores de fraguar un "golpe" contra su Gobierno.
La mandataria califica asimismo a su ex socio político Temer, militante del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de "traición" y de "usurpar" su cargo.
Rousseff fue suspendida en mayo por el Senado después de que la Cámara de Diputados votara a favor de la medida.
La crisis institucional brasileña está enmarcada en varios escándalos de corrupción que salpican a varios grupos de opositores de Rousseff, pero también al PT de la mandataria, y opacó en los últimos meses ya los preparativos de los Juegos Olímpicos en Río.
Unos 50 políticos están siendo investigados en el país sudamericano por sospechas de corrupción en el marco del caso conocido como "Lava Jato", que investiga una inmensa red fraudulenta de licitaciones públicas que funcionó durante años en torno a la petrolera semiestatal Petrobras.