SANTIAGO.- Mientras sigue la crisis en Venezuela y crecen las diferencias entre el Gobierno de Nicolás Maduro y varios países sudamericanos -como Chile y los miembros del Mercosur-, uno de los mayores críticos del venezolano, el Presidente argentino Mauricio Macri, insistió en que la situación se está agravando y es necesario fijarse en aquello.
"Todo lo que está sucediendo en Venezuela lo veo mal. Me preocupa, me desespera porque cada día está peor, cada día más gente sufre las consecuencias, cada día vale menos la vida de la gente, cada vez se violan más los derechos humanos y claramente Latinoamérica no puede darle la espalda a lo que está sucediendo. No podemos convivir con lo que está sucediendo", aseguró en entrevista con la agencia Efe.
"Venezuela no ha cumplido los requisitos ni cumple con lo que creo que debe ser para ser parte del Mercosur", agregó, en alusión al veto a la presidencia del bloque que le hicieron los fundadores de éste a Venezuela.
Por otro lado, al ser consultado por la destitución de Dilma Rousseff de la Presidencia de Brasil y la llegada de Michel Temer -con quien ha juntado fuerzas para criticar al Gobierno de Maduro- Macri señaló que dicho país "es el socio estratégico de la Argentina, somos muy respetuosos de los procesos institucionales de Brasil y en ese camino trabajamos con el que el pueblo brasileño decida".
"Si estaba Dilma, trabajamos con Dilma, si estaba Temer trabajamos con Temer, porque si le va bien a Brasil, le va bien a Argentina y viceversa. Queremos cooperar: esa es nuestra idea de futuro respecto del Mercosur", aseguró.
El proceso argentino
"Me siento cómodo, comprometido. Yo amo mi país, me apasiona la gente de este país, por eso me he comprometido a liderarlos hacia el crecimiento que todos necesitamos y en el cual creemos. Sin duda, el punto de partida fue muy malo porque la crisis económica que dejó el Gobierno anterior, invadida de corrupción y de mentira, no fue el mejor punto de partida, pero por suerte estamos los argentinos, que tenemos la capacidad de recuperarnos y que estamos apasionadamente comprometidos a lograrlo", partió diciendo Macri al ser consultado por su país.
Esto, porque el Mandatario trasandino ha debido enfrentar varios conflictos políticos y económicos, como el alza de las tarifas de los servicios básicos para combatir la inflación, lo que ha despertado molestia en los argentinos, que reclaman no poder pagar cuentas tan altas, e incluso gatilló que la justicia interviniera.
"Habiendo tenido que tomar decisiones muy duras, difíciles, dolorosas, las hemos hecho siempre pensando en aquellos que son más vulnerables, los que primero sufren cuando el desengaño llega frente las propuestas no realistas, o populistas que hemos tenido en Argentina. Hemos trabajado mucho en eso, por eso hoy tenemos más de diez millones de argentinos que han recibido un apoyo social adicional al que recibían antes que llegáramos para poder cruzar este camino entre donde estamos y a dónde queremos ir", señaló al respecto.
En este sentido, Macri también enfrenta el desafío de ser el primer presidente no peronista que pueda terminar su mandato en Argentina, pero él confía en que esta vez será diferente.
"Estoy acá por decisión de la gente. Los argentinos decidieron un cambio, el cambio vino de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo. Este cambio tiene que ver con hacer política de otra manera y el peronismo tiene que hacer una profunda autocrítica porque han gobernado casi en forma continuada durante décadas y lo que tenemos hoy en Argentina es más pobreza, más exclusión, más injusticia. Creo que en ese camino vamos a gobernar incorporando a todo el mundo", señaló.
Y agregó: "Esta es una Argentina distinta con la cual hemos entendido muchas cosas. Lo que no significa que cada uno quiera tener acceso al poder y en su momento se competirá, pero la realidad es que esta Argentina expresa una Argentina más madura".