NUEVA YORK.- El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, denunció este jueves que la ONU se ha convertido en una "farsa moral" y criticó la "obsesión" con su país de una mayoría de los miembros de la organización.
En su intervención en la Asamblea General, el Premier hebreo partió criticando el "sesgo obsesivo contra Israel" en el organismo internacional, asegurando que "las Naciones Unidas han merecido todas y cada una de mis palabras" que ha dicho en contra.
"La ONU comenzó como una fuerza moral y se ha convertido en una farsa moral", sostuvo Netanyahu, quien puso como ejemplo el hecho de que la Asamblea General aprobase en 2015 un total de 20 resoluciones contra Israel y 3 contra todos los demás Estados miembros.
Pese a sus críticas, se mostró convencido de que las actitudes del mundo hacia Israel están empezando a cambiar y confió en que, en sólo unos años, su país podrá "aplaudir" a Naciones Unidas.
"Israel tiene un gran futuro en la ONU. Sé que escuchar eso de mí debe ser una sorpresa, porque año tras año he subido a este podio y he criticado duramente a la ONU por su prejuicio contra Israel", ironizó.
A su juicio, esa nueva situación positiva llegará a medida que más y más gobiernos reconozcan a Israel como un "socio potente", incluso dentro del mundo árabe.
El Primer Ministro israelí, que fue interrumpido por aplausos en un par de ocasiones, no dudó en bromear al respecto: "¿Aplausos sostenidos para el Primer Ministro de Israel en la Asamblea General? El cambio debe estar llegando antes de lo que pensaba", dijo.
Netanyahu insistió en presentar una visión optimista del futuro y se mostró convencido de que Israel logrará una paz sostenible con todos sus vecinos.
Sin embargo, una vez más golpeó con dureza a los líderes palestinos y muy específicamente al Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, que había intervenido minutos antes.
"Le digo al Presidente Abbas que tiene una elección: puede seguir agitando el odio como hoy o hacerle frente y trabajar conmigo para la paz", señaló.
Netanyahu reiteró su compromiso con una solución de dos Estados para el conflicto de Oriente Medio, pero dejó claro que su país no va a aceptar que los términos "se dicten desde la ONU".
"El camino a la paz pasa por Jerusalén y Ramallah, no por Nueva York", subrayó.
También se refirió a los asentamientos, que hoy Abbas señaló como una política que destruye las posibilidades de paz, asegurando que estos no son la causa del conflicto.
"Este conflicto siempre ha sido sobre la existencia de un Estado judío, sean cuales sean sus fronteras", opinó, dejando claro que nunca se negociará el derecho de Israel a existir.
"Para los palestinos, los verdaderos asentamientos tras los que están son Tel Aviv, Yafa y Haifa", dijo en referencia a ciudades israelíes.
Pese a las tensiones creadas en los últimos meses por las críticas de EE.UU. a los asentamientos en territorios ocupados, Netanyahu destacó la profunda alianza entre los dos países y se refirió una vez más a Irán como la gran amenaza para Israel y para el mundo.