QUITO.- Un centenar de partidos de izquierda de América Latina, Europa, Asia y África presagiaron este viernes en Quito una amplia victoria del Sí en el plebiscito de este domingo en Colombia, sobre el pacto de paz entre el gobierno y las FARC.
"Depositamos toda nuestra esperanza y auguramos un amplio triunfo del Sí (...) frente a las fuerzas de la muerte y el fanatismo guerrerista", expresaron las organizaciones -varias de ellas en el poder- en una declaración al final del tercer Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP).
El acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC pone fin al último conflicto armado en el hemisferio occidental, que dejó un saldo de 260.000 muertos y 6,9 millones de desplazados.
El Sí registra entre 55% y 66% de las adhesiones y el "No" alrededor de 35%, según los últimos sondeos.
La paz en Colombia centró la atención de dirigentes de izquierda en la cita organizada anualmente por el movimiento oficialista ecuatoriano Alianza País.
En su declaración, al cabo de tres días de reuniones, la izquierda latinoamericana enfatizó que el acuerdo contribuye a establecer la paz en el mundo.
Además, exhortó al gobierno colombiano y a la guerrilla del ELN a "recorrer el mismo camino para lograr que la paz sea completa".
El documento también rechazó una supuesta estrategia de la derecha opositora contra gobiernos progresistas de la región, que países como Venezuela y Ecuador denominan el "nuevo Plan Cóndor", en alusión a la coordinación en la década de 1970 entre las dictaduras militares del Cono Sur para exterminar a los opositores de izquierda.
"Nos declaramos en lucha y resistencia incesante e irreductible contra el nuevo Plan Cóndor, los golpes (de Estado) blandos y cualquier otra estrategia injerencista y desestabilizadora que pretendan impulsar las fuerzas de la restauración neoliberal, los poderes transnacionales de la guerra y sus aliados en contra de nuestros pueblos", señaló.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció el miércoles que como parte de ese plan hay un boicot económico contra Venezuela, se produjo el "golpe parlamentario" para destituir a Dilma Rousseff de la presidencia brasileña y la judicialización de la política en Argentina y Brasil.
En la cita intervinieron los expresidentes Cristina Kirchner (Argentina) y José Mujica (Uruguay), así como la canciller venezolana Delcy Rodríguez.