JERUSALÉN.- Israel suspenderá toda la colaboración con la Unesco, tras la resolución aprobada por esta organización ayer en la que desliga la conexión entre el judaísmo y la Explanada de las Mezquitas, denominada por los judíos como Monte del Templo.
"Tras la vergonzosa decisión de los miembros de la Unesco de negar la historia e ignorar miles de años de lazos judíos con Jerusalén y el Monte del Templo he notificado a la Comisión Nacional de Israel para la Unesco que suspenda todas las actividades profesionales en la organización internacional", señaló el ministro de Cultura, Naftali Benet, en un comunicado.
A su entender, la resolución aprobada ayer "supone un apoyo inmediato al terror islamista" y advierte de que "los que recompensan a los que apoyan la yihad (guerra santa musulmana) en Jerusalén, la misma semana en que dos israelíes fueron asesinados, pueden ser la próxima víctima".
Benet cree que "los terroristas de mañana pueden recibir inspiración y legitimación en el acto deplorable de la Unesco" y pide al mundo que se oponga "abiertamente y en voz alta" a la resolución aprobada por la agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura a propuesta de Palestina.
"Ignorar la historia judía en Jerusalén es el primer paso hacia un mundo apaciguando a los que se oponen al pluralismo religioso y cultural", afirmó el ministro israelí, que pidió a la Unesco que "ponga fin a este fiasco y deje de negar la historia antes de que su reputación quede empañada y su profesionalidad sea olvidada".
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también tuvo ayer palabras muy duras para la decisión de la Unesco que calificó de "teatro del absurdo".
"La organización ha adoptado su decisión más extravagante al declarar que el pueblo de Israel no tiene conexión con el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones", manifestó Netanyahu, que remachó que "obviamente ninguno de ellos ha leído la Biblia".
La resolución, fue adoptada por el Consejo Ejecutivo de la Unesco, compuesto por 58 países, niega los vínculos del lugar (situado en el territorio palestino ocupado de Jerusalén Este) con el judaísmo y se limita a considerarlo centro de culto del Islam, que denomina al recinto como el complejo de la mezquita de Al Aqsa o Noble Santuario.
El texto tuvo seis votos en contra, 26 abstenciones y dos ausencias, frente a 24 a favor, e incluía una enérgica condena a Israel por la gestión de los lugares sagrados de Jerusalén.
Considerado el tercer sitio más sagrado del Islam tras La Meca y Medina, la mezquita fue erigida en el lugar en el que la tradición judía ubica los dos templos bíblicos, el de Salomón y el de Herodes.