MIAMI.- Janet Reno, la primera mujer que fue fiscal general de Estados Unidos y que se vio en el centro de varias polémicas del gobierno de Bill Clinton, incluida la captura del balserito Elián González, ha muerto. Tenía 78 años.
Reno murió la madrugada de este lunes debido a complicaciones de la enfermedad de Parkinson, dijo su ahijada, Gabrielle D'Alemberte. Añadió que Reno pasó sus últimos días en su hogar en Miami, rodeada de familiares y amigos.
Era la hija de dos periodistas y la mayor de cuatro hermanos. Después de graduarse de la Universidad de Cornell con un título en química, fue una de las 16 mujeres que se graduó como abogada de Harvard en 1963.
En 1993, Bill Clinton la invitó a ser su fiscal general después de que sus dos primeras opciones, también mujeres, fueron descartadas porque habían tomado a inmigrantes sin autorización como empleadas domésticas.
La ex persecutora, célebre por su frase "yo no aclaro mis declaraciones", ejerció el cargo durante casi ocho años, el período más largo en un siglo.
Fue una de las figuras más conocidas y divisivas del Gobierno de Clinton. Enfrentó críticas al comienzo de su mandato por el mortal asalto a la hacienda de la secta Branch Davidian en Waco, Texas, donde murieron el líder David Koresh y unos 80 seguidores.
Reno apareció en varios de los escándalos y controversias que jalonaron la presidencia de Clinton, como la inversión inmobiliaria Whitewater del matrimonio Clinton, el escándalo sexual del ex Mandatario con la pasante Monica Lewinsky, el presunto espionaje nuclear chino y las finanzas de la campaña de reelección Clinton-Gore de 1996.
Asimismo, a principios del año 2000, Reno trató de negociar el regreso a Cuba de Elián González, el balserito de cinco años que fue rescatado después de que su madre y otras personas se ahogaron durante la travesía a Florida. Estaba al cuidado de un tío en Miami, pero su padre, que vivía en Cuba, quiso que lo regresaran a la isla.
Cuando Reno decidió que las negociaciones habían fracasado, ordenó a los agentes federales que capturaran al niño, lo que provocó las iras de la comunidad cubano-estadounidense. De ese incidente se hizo célebre la foto del niño oculto en un ropero frente a un agente armado.
Tras partir de Washington, Reno regresó a Florida e intentó postularse a gobernadora en 2002, pero perdió en una primaria demócrata alterada por problemas de votación. Esa campaña significó el fin de una carrera pública con inicios humildes.
Después de retirarse de la política, fue miembro de juntas directivas o asesora de varias organizaciones. En 2004 ingresó a la junta del Proyecto Inocencia, que busca liberar presos cuya inocencia se puede demostrar por medio del análisis de ADN.