SANTIAGO.- El Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, fue elegido por la Revista Time como la Persona del Año 2016, luego de un año de campaña electoral donde la retórica populista y el discurso anti-establishment del candidato republicano le hicieran sobreponerse a la más tradicional candidata demócrata, Hillary Clinton.
El magnate, un candidato que no había tenido experiencia previa en la política, marcó un precedente al salir victorioso en las elecciones presidenciales de este noviembre y sorprendiendo tanto a sus partidarios como opositores. Ni siquiera los miembros de su partido lo vieron venir.
De hecho, en su portada, la revista tilda al magnate como el Presidente de los "Estados Divididos de América".
"Por recordarle a América que la demagogia se alimenta de la desesperación y que la verdad es sólo tan poderosa como la confianza en quien la dice, por empoderar a un electorado escondido al transmitir sus furias y miedos, y por enmarcar la cultura política del mañana al demoler la del ayer, Donald Trump es la Persona del Año de Time este 2016", explica la revista en un artículo.
La nota argumenta su elección señalando que "esta es la 90° vez que nombramos a una persona que ha tenido gran influencia, para bien o para mal, en los eventos del año. Entonces, qué será este año: ¿Para bien o para mal? El desafío para Donald Trump es la profundidad con la cual su país discrepa en la respuesta".
Time continúa y asegura que "para quienes creen que todo es para mejor, la victoria de Trump representa una reprimenda para la atrincherada y arrogante clase gobernante. Para quienes creen que es para peor, la destrucción se extiende hacia las apreciadas normas de civilidad y discurso, una política envenenada por una vil tendencia de racismo, sexismo, nativismo".
El empresario se caracterizó desde los comienzos de su campaña por su discurso xenófobo, racista y sexista, sin embargo, lo que para muchos sería la caída del candidato republicano, por el contrario, lo hicieron más fuerte, llegando a una masiva parte de la población estadounidense descontenta por la forma de gobernar de la clase política tradicional.
Y fue de esta forma en la logró desbancar uno a uno a sus rivales y finalmente despachar a dos dinastías reinantes de la política estadounidese: los Bush y los Clinton.
Las dudas sobre su real popularidad aún permanecen: Trump venció a Hillary en delegados (290 versus 232), pero la ex secretaria de Estado lo hizo en número de votantes totales, lo que en Estados Unidos no tienen ninguna validez real.
Clinton, según Time, "aplastó a Trump entre los votantes a los que les importaba más la experiencia, el juicio y el temperamento, cualidades que típicamente han importado al elegir al líder del mundo libre".
Sin embargo, entre los votantes que les importaba más alguien que pudiera traer cambio, Trump se impuso. "Esta es su próxima prueba. El año 2016 fue el año de su ascenso; el 2017 será el año de su mandato y como todo líder recientemente electo, tiene la oportunidad de cumplir con sus promesas y desafiar las expectativas", publica la revista.
