MÉXICO.- El "contexto tectónico complicado" que vive el país y un posible irregularidad en la construcción y mantenimiento de las viviendas, fueron señaladas como las dos principales razones que explicarían la intensidad y devastación que causaron los dos terremotos que sacudieron a México las últimas dos semanas.
Así al menos lo analizan expertos del Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). "México está en un contexto tectónico complicado, complejísimo; tenemos la interacción de cinco placas (tectónicas)", destacó Xyoli Pérez Campos, directora del SSN, en una rueda de prensa tras el terremoto de magnitud 7,1 que afectó este martes el país.
Se trata de las placas de Cocos, de Norteamérica, del Pacífico, de Rivera y del Caribe. Las placas son segmentos de la corteza terrestre, a la que dividen como un rompecabezas, cuya interacción al desplazarse sobre un manto semilíquido y viscoso es una de las principales causas de terremotos en el mundo.
Un reporte técnico del Sismológico sobre el temblor de este martes señaló que en la región del epicentro del terremoto "la Placa de Cocos subduce (se hunde) por debajo de la Placa de Norteamérica".
El epicentro fue localizado en los límites de los estados de Puebla y Morelos, a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, y a 120 kilómetros de Ciudad de México, a una profundidad de 57 kilómetros.
"Si bien el mecanismo es similar, son dos sismos independientes; uno (el terremoto del 7 de septiembre) ocurrió en el Golfo de Tehuantepec y éste (el del 19 de septiembre) se produjo por debajo de los estados de Puebla y Morelos", apuntó Pérez.
El sismo del 7 de septiembre, el más poderoso desde 1932 en el país con magnitud 8,2 grados, causó 78 muertos en Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabasco, que sumaron un total de 98.
Un historial de sismos "importante"
Por otro lado, Pérez enfatizó que es una "mera coincidencia" el que el más reciente temblor haya ocurrido en la misma fecha (19 de septiembre) que el devastador terremoto de 1985, que originó miles de muertos en la capital. "No hay otra razón", reafirmó.
Subrayó que nadie puede predecir el momento en que ocurrirá un movimiento telúrico. "Los sismos no se pueden predecir, por lo tanto siempre hay que estar preparado", expuso.
La directora del SSN explicó que la zona entre Morelos y Puebla, donde se originó el más reciente terremoto, tiene "una historia de sismos importante", los más recientes registrados el 15 de junio de 1999 y el 24 de octubre de 1980, con magnitudes respectivas de 7 y de 7,1.
El de 1999 ocurrió a 218 kilómetros de Ciudad de México y "fue muy similar al que tuvimos esta tarde (martes) a 120 kilómetros; eso hace la diferencia en cuanto a intensidad", explicó.
No cumplimiento de normativa
El geólogo Leonardo Ramírez informó a su vez que, según las estimaciones hechas por el Servicio Sismológico, unos 6,5 millones de personas, en dos millones de viviendas en Ciudad de México, y 12,4 millones en la zona centro del país, estuvieron expuestas a la "intensidad más fuerte del terremoto".
El experto sugirió que los mayores daños se deben a que no se aplicaron de manera correcta los reglamentos de construcción o a que algunas de las construcciones dañadas en sismos anteriores fueron reparadas de forma adecuada.
Luego del desastre de 1985, se creó un código que regulaba la construcción de los edificios, con el fin de que fuesen antisísmicos. Sin embargo, el sismólogo de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Víctor Manuel Cruz Atienza, explicó a
"El Mercurio" que aquella reglamentación se basó solo en ese episodio, porque era el único sismo registrado de una magnitud tan grande (8,1), por lo que se pensaba que era suficiente.
Aquello tuvo que cambiar con el tiempo, al ver los mexicanos que las modificaciones hechas el año 85 no eran suficientes, por lo que realizaron una serie de cambios al reglamento. Aun así, muchos edificios construidos antes de de estos cambios no contaban con la regulación actual, "sobre todo después de 2004, que fue una de las reformas más grandes del código de construcción", lo que explica los derrumbes de muchas edificaciones en la capital.
Las autoridades han reportado que el temblor ha originado hasta el momento 217 muertos en Ciudad de México y los estados de Puebla, Morelos, México y Guerrero, si bien las cifras son ajustadas constantemente.