Los votantes han criticado la represión policial.
EFE
SANTIAGO.- La jornada del 1 de octubre de 2017 pasará a la historia en España. El referéndum que este domingo se desarrolló en Cataluña movilizó a miles de personas a las urnas, en medio de un clima de alta tensión entre el Gobierno de Mariano Rajoy y las autoridades catalanas.
Durante el proceso, que fue catalogado como "ilegal" por el Tribunal Constitucional, se registraron episodios de violencia que tuvieron como protagonistas a los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil junto a los votantes.
La orden de la Justicia española fue la siguiente: Cerrar los colegios electorales e incautar el material que se utilizaría en este referéndum. Sin embargo, los grupos independentistas decidieron sufragar de igual manera y sólo 92 locales de votación -de un total de 2.315- fueron clausurados.
Según cifras difundidas por el Gobierno regional de Cataluña, liderado por Carles Puigdemont, los disturbios de este domingo dejaron a 844 personas con heridas de diversa consideración. Mientras que el Ministerio del Interior informó que 19 funcionarios de la Policía Nacional y 14 de la Guardia Civil también resultaron lesionados.
Por otra parte, seis juzgados de Cataluña iniciaron diligencias para investigar a los Mossos d'Esquadra (Policía de Cataluña) por presuntamente no impedir las votaciones en el referéndum, a pesar de la orden que recibieron por parte del Tribunal Constitucional.
Acusaciones contra el Estado
Tras los hechos de violencia que se registraron este domingo se generaron acusaciones cruzadas. Por una parte, las autoridades catalanas critican la represión de las fuerzas policiales y del Gobierno frente a este proceso. Puigdemont denunció que el Estado español ejerció una violencia "injustificada, irracional e irresponsable" para impedir el referéndum catalán.
Algo similar dijo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien acusó al Presidente Rajoy de no estar "a la altura de sus responsabilidades de Estado. Alguien que tiene responsabilidades de Estado tiene que proponer soluciones, tiene que buscar la manera de generar diálogos, consensos, de desbloquear y no de bloquear los problemas".
La respuesta del Gobierno español
En tanto, la vicepresidenta de España, Soraya Saénz de Santamaría, atribuyó "la absoluta responsabilidad" de los disturbios al Gobierno de Cataluña. Y aseguró que las fuerzas policiales actuaron con el fin de
"defender siglos de convivencia y décadas de estabilidad dentro de una democracia consolidada y fuerte". "(Esperamos) que renuncien a dar nuevos pasos en un camino que no lleva a ninguna parte"
Mariano Rajoy, Presidente de España
Por su parte, Rajoy calificó como "chantaje" la votación que se hizo en Cataluña:
"No podemos permitir que la voluntad de concordia de los últimos cuarenta años se sustituya por el chantaje de unos pocos a toda una nación".
"Han tenido muchas oportunidades para abandonar su empeño ilegal. No han querido, yo lo he intentado. Lo hemos pedido muchas veces y no nos han escuchado. Esperemos que lo hagan ahora y no se empecinen en el error. Que renuncien a dar nuevos pasos en un camino que no lleva a ninguna parte", añadió el Presidente.